Opinión

A casi un poli por gramo

Los cambios políticos acarrean gestos para que el personal compre que se puede hacer más o al menos de distinta manera cuando se trata de más de lo mismo. La medalla siempre tiene foto, pero el que manda la luce y el que obedece carga con el curro o con las consecuencias. La Guardia Civil detuvo ayer a 23 personas en una operación antidroga en el poblado chabolista de O Vao, en Poio. Por las imágenes que emiten los informativos se puede inferir que se han terminado las coñas con el trapicheo, los vecinos ya pueden sobar con la ventana abierta.

Dice el teletipo que en el dispositivo han participado "un centenar de efectivos de la Guardia Civil, el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), la Unidad Especial de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Comandancia, el subsector de Tráfico, la unidad orgánica de la Policía Judicial y el apoyo de dos perros del servicio Cinológico y un helicóptero de servicio aéreo". Y no se presentó el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, al que le pillaba cerca, porque estaba diciendo a todo que sí a Caballero, aunque ya se verá en los presupuestos, después tenía que repetírselo a Feijóo y más tarde lo esperaban en un acto de partido en Ourense, con el mosqueo del alcalde, Jesús Vázquez, porque en Vigo hubo foto en el Concello y él se enteró de la visita por la prensa. La campaña va a ser larga.

El balance tras varias horas de redada fue la incautación de "más de 2.000 dosis de cocaína, cerca de 500 de heroína y 13 vehículos". El cálculo en dosis también confunde. Un centenar de agentes para aprehender 250 gramos de droga parece exagerado, aunque se consideren desarticulados cuatro clanes. Puede ser, durante unas horas. 

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