El abogado de los dos hermanos: "Las pruebas que los acusan son todas circunstanciales"

OURENSE (XULGADOS DE GARDA). 21/01/2018. OURENSE. El abogado de los policías imputados en un caso de homicidio y sustracción de pistolas confirma que salen en libertad con fianza. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera El abogado de los dos polícías, Neil González, a la salida del juzgado.

El abogado de los dos inspectores argumenta que en el sumario "no hay datos que sean relevantes"

Bernardo y Roi D.L. reunían ayer a contrarreloj los 120.000 euros de fianza (60.000 a cada uno) que le impuso la titular del Juzgado de Instrucción  número 3 para no ingresar en la cárcel. La cantidad tendrán que depositarla durante la jornada de hoy en las dependencias judiciales, en las que, de paso, aprovecharán para personarse, dado que la puesta en libertad que ordenó la jueza incluye que acudan diariamente al juzgado más cercano a su domicilio. También tienen que entregar el pasaporte, pero para esto disponen de cinco días. Mientras, la fiscalía avanzó que no recurrirá la puesta en libertad de los dos policías.

Ambos inspectores del Cuerpo Nacional de Policía  -uno jubilado y otro en activo- y hermanos gemelos, estuvieron ayer centrados en reunir el dinero e incluso avales que acreditan el valor de propiedades de las que son titulares. Pasaron la jornada ilocalizables en la provincia, aunque en permanente contacto con su abogado defensor, Neil González Seoane.

El letrado se mostró convencido de la inocencia de los dos acusados y aseguró que todas las pruebas que los acusan "son indicios completamente circunstanciales y accidentales".  "En el sumario no hay datos que sean relevantes para incriminarlos", aseguró, puntualizando que durante los próximos días y a medida que avance la investigación, razonaremos con datos cada una de las pruebas que los incriminan.

González Seoane aclaró ayer que los dos inspectores no tenían intención de no contestar a las preguntas de la jueza, fiscal y abogados de las acusaciones particulares. "Se negaron a contestar por recomendación mía, porque primero quería leer a fondo, conocer todo el contenido del sumario", explicó el letrado.

Bernardo  D.L. se jubiló tras la muerte de su compañero Celso Blanco en el despacho de la Comisaría que compartía para realizar tareas de comunicación. El proceso judicial, al parecer, no afectará a sus ingresos económicos, pero su hermano, tras la imputación, será suspendido de empleo y sueldo temporalmente como instructor en la Academia del Cuerpo Nacional de Policía de Ávila, a la que se marchó tras los hechos que llevaron a su detención.

Prueba de ADN

El abogado también va a rechazar que los dos policías se sometan a la extracción de una prueba de ADN hasta que no conozca con detalle todo el contenido del sumario, que en total son casi 4.000 folios, de los que ocho continúan bajo secreto.

Ayer, los vecinos de Toén no se explicaban la detención de los dos hermanos policías.  "Creo que pasaban a maior parte dos días metidos na Comisaría, pasaban alí mais tempo que na casa", apuntó uno de sus convecinos, sorprendido con la situación que están atravesando los dos gemelos. 

Diez horas en el juzgado tras estar dos días detenidos en el calabozo

Los dos inspectores abandonaron el edificio judicial pasadas las las tres y media de la madrugada del pasado lunes, acompañados por su abogado.

Al juzgado llegaron poco antes de las seis de la tarde en tres coches policiales. Cuando comenzaron a declarar pasaba de las nueve de la noche. "Están muy cansados", afirmaba a la salida del juzgado su abogado. Ambos fueron detenidos poco antes de las nueve de la mañana del pasado viernes, Bernardo en la casa que comparte con su madre en Toén y su hermano en la academia de Ávila. "La detención fue una sorpresa. No la esperaban", añadió el letrado. 

Registros

La detención la practicaron agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). Los dos hermanos estuvieron presentes  las jornadas del viernes y parte del sábado en los registros llevados a cabo en viviendas que están relacionadas con ellos en Toén, Ávila, Coslada (Madrid) y Ribeira (A Coruña). Los investigadores buscan en los registros pruebas que los incriminaran en la muerte de Celso Blanco y en la desaparición de las seis pistolas -tres aparecieron  en el despacho del agente fallecido- del armero de la comisaría.  Los agentes guardaban la sospecha que los dos detenidos tenían en su poder las armas que falta, pero no las encontraron. 

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