CRÓNICA

"Si no abren, se acaba el negocio y crecería el paro"

Feriantes ayer en el mercado de Chaves.
photo_camera Feriantes ayer en el mercado de Chaves.
Los pasos fronterizos registraron ayer una alta intensidad circulatoria, sobre todo de camiones transportando arena, pacas,patatas y material de construcción. Los vecinos aprovecharon para comprar. 

Los clubes de alterne de la carretera N-532 (Verín-Chaves) fueron los primeros que se beneficiaron de la apertura de las fronteras. Nada más levantar el control las policías lusas y españolas, a las 00,00 horas del miércoles, comenzó el trasiego de conductores, en su mayoría  hacia los citados locales, que están abiertos aprovechando su categoría de bares de carretera, según fuentes policiales. A esa hora, los comerciantes de Feces de Abaixo (Verín) dormían, pero al preparar para retomar su actividad "ya tenía ocho clientes esperando en la puerta", apunta el responsable de la administración de Loterías Don Pepe (Feces),  José Manuel Dosantos, satisfecho con la llegada de los clientes portugueses.

A las diez de la mañana, la actividad comercial en Feces recuperaba el pulso que tenía antes del cierre de los pasos fronterizos. "Si no llegan a abrir, se acaba el negocio y crecería mucho el desempleo", apunta José Gómez, un portugués jubilado que reside en Mandín. "Los políticos no supieron gestionar esta situación", critica, recordando que durante el confinamiento ayudó a personas a cruzar la frontera. "A muchos vecinos, como no podía pasar, les llevé botellas de butano, les hice la compra e incluso facilité medicinas. Yo sabía la forma de hacerlo sin que se percatara la policía", asegura. A la pregunta de si hizo lo mismo que en los años duros del contrabando, puntualiza que él no es un contrabandista. "Solamente facilité ayuda humanitaria, porque mucha gente no podía salir de sus casas".

Las ventas aumentaron en los bazares, supermercados y en la gasolinera. Muchos conductores aprovecharon para llenar el depósito. "En Portugal los combustibles son más caros y ya estaba deseando que abrieran la frontera para repostar en Ourense", asegura un conductor, al tiempo que amarraba una botella de butano en el maletero del coche. 

La localidad lusa de Chaves celebró ayer su feria y muchos ourensanos aprovecharon para comprar, sobre todo productos de huerta (pimientos, tomates, judía y fruta) a los horticultores locales. "Nos gusta venir a este mercado y ya teníamos ganas tras el confinamiento", apuntaba Fran Rodríguez, que se desplazó con su familia desde Xinzo.

La actividad comercial también se vio incrementada en Padrenda, Lobios, Calvos  y Baltar. En este último, el trasiego de camiones fue constante. En el de Calvos, los agricultores aprovechaban para terminar de recoger la hierba y trabajar con tractores las fincas que tiene al otro lado de la frontera. 

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