El Juzgado Penal 2 absolvió a Agustín M.B., un ganadero con una explotación de ovejas y cabras en Nogueira de Ramuín que fue acusado de maltrato animal por el mal estado en el que el Seprona halló a dos ovejas de su propiedad a las que finalmente hubo que practicarle la eutanasia en julio de 2017.
Este era el segundo proceso al que se sometía en lo que va de año ya que una anterior acusación por maltrato animal le costó una condena de un año de cárcel por dejar morir al rebaño de una explotación en Barbadás.
Los animales que formaban parte de la explotación de Nogueira abandonaban frecuentemente la finca y deambulaban libremente por el pueblo de Liñares, lo que causaba molestias a los vecinos.
El juez tiene en cuenta que los animales abandonaban la finca porque "estaba sin cercar y por la completa pasividad del inculpado" pero matiza que "la prueba que se ha practicado en juicio no ha acreditado que las ovejas y cabras se hallasen en estado de desnutrición y que ello fuese la causa del lamentable estado de salud de las dos ovejas a las que se practicó la eutanasia". Los veterinarias apuntaron a la infección de las heridas que presentaban los animales como la causa más probable de su penoso estado de salud. Pero el juez destaca que agentes y veterinarios discrepan acerca del posible origen: los primeros apuntaron hacia los mastines que custodiaban el rebaño y los veterinarios no descartaron el ataque de las alimañas. "En vista de tales divergentes manifestaciones de testigos y peritos resulta claro que no puede descartarse la posibilidad apuntada por los profesionales veterinarios", destaca el magistrado. Este enfatiza que la desatención hacia los animales por parte del acusado no integra el artículo de maltrato animal.
Las lesiones de las ovejas malheridas no quedó acreditado cuándo se produjeron.
