Tribunales

El acusado de secuestrar a un indigente: “No estuvo encerrado, sino acogido"

El acusado, Benjamín R.B., explica al tribunal como el denunciante veía la televisión y cambiaba de canal. (Foto: Miguel Ángel)
photo_camera El acusado, Benjamín R.B., explica al tribunal como el denunciante veía la televisión y cambiaba de canal. (Foto: Miguel Ángel)
La víctima inculpa al investigado y asegura que incluso le pegó: "Tuve miedo de que me mataran"

A Benjamín R.B., conocido también como "Tenia" porque no engorda y le cuesta atar el nervio incluso delante de un tribunal de justicia, le parece una "aberración" la acusación de secuestro que le imputa el fiscal. Este último dice que junto a Jesús T.F., que ya falleció, trazaron un plan en marzo de 2017 para retener en la vivienda de este último a D.R.F., pariente de un conocido político, para pedir a la familia 1.800 euros por su rescate.

"David agrede a su madre, por eso no le da dinero, es un indigente y Jesús solo quiso ayudarlo y le dio cama, comida y metadona; no estuvo encerrado, estuvo acogido así que tenía que darle las gracias", aseguró Benjamín R.B. en su derecho a la última palabra en el juicio celebrado ayer en la Audiencia, en el que se enfrenta a una petición de siete años de prisión por el secuestro, además de una multa por un delito de lesiones -la víctima asegura que le propinó puñetazos para que llamase a su familia para pedir el dinero-.

D.R.F., que declaró por videoconferencia, implicó tanto el procesado que ya murió como a Benjamín. Incluso llegó a decir que temió por su vida -"tuve miedo de que me mataran"-. Acudió a la casa de Jesús, en la carretera de Vigo, voluntariamente en la madrugada del 12 de marzo de 2017 porque no tenía donde dormir. Antes  habían estado de ruta por el barrio de Covadonga consumiendo droga. "Había tenido problemas con mi madre; estaba en la calle y sin dinero", relató. No tuvo conciencia de que no iba a salir de allí hasta el día siguiente (domingo), cuando el inquilino del piso, con un cuchillo en la mano, le exigió que llamase a su familia. Fue liberado el martes, cuando lo rescató la Policía Nacional. Aprovechando que Jesús y Benjamín habían salido, pidió auxilio a una joven a través de la ventana del piso. Eso sí, no estaba solo en la casa. La pareja de Jesús estaba encamada, aunque nunca llegó a verla.

Benjamín apareció en escena el martes y, según el denunciante, le escuchó decir en la cocina: "Ese dinero tenemos que conseguirlo hoy, sí o sí, a más tardar mañana". Según esa versión, también lo golpeó con los puños. El acusado negó tanto el secuestro como la agresión. A lo largo del interrogatorio, no ahorró descalificativos para David. "Lo conocí en 2012 y era medianamente persona, después se convirtió en parte del mobiliario, gentuza", aseguró.

Reconoce que lo vio en el piso de su amigo el domingo pero, según describió, estaba tan tranquilo viendo la televisión (incluso  escenificó como cambiaba de canal). Y asegura que esa mañana se habló de dinero pero en otros términos. "Jesús me dijo que se habían gastado 800 euros en la madrugada del día 12 y que David se comprometió a darle 200 pero allí delante de mí le dijo que solo le daría 50", explicó el inculpado.

Su letrada interesó al absolución en base al testimonio "poco creíble" del denunciante, quien al ser liberado, solo implicó a Jesús. Para la defensa, no tiene sentido que el dueño del piso dejase a David su propio móvil para llamar a una prima y avisar que no dormía en casa si tenía pensado secuestrarlo. Y puso el acento en que su representado acudió voluntariamente a comisaría esa misma tarde para interesarse por su amigo tras su detención.

El fiscal insiste en que no podía salir de la casa, provista con puerta blindada, y que la víctima no tenía motivos para inculparlos falsamente. En su exposición, pidió deducir testimonio para una vecina por omisión de deber de socorro al reconocer en el plenario que escuchó los gritos de auxilio cuando ventilaba la habitación y no llamó a la policía.

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