El Juzgado Penal 1 sentó en el banquillo en el día de ayer a Raquel A.P. y José Manuel A.V., ambos mediadores de seguros, por un delito continuado de estafa. Según el fiscal, se quedaron con el dinero de los clientes que suscribieron pólizas de seguros de responsabilidad civil de automóviles con ellos y abonaron en efectivo las primas entre el 18 de abril de 2018 y el 10 de enero del pasado año desde una oficina en la avenida de Celanova en A Valenzá.
Aunque los inculpados negaron los hechos, el fiscal, que pide dos años de cárcel para cada uno de ellos, aseguró en el juicio que tanto Raquel como su empleado José Manuel "para dar una apariencia de realidad entregaban a los clientes la propuesta de seguro y les aseguraban falazmente que tramitarían toda la documentación e ingresarían el dinero en la cuenta bancaria de la correspondiente compañía aseguradora". No sucedía así porque, añadió, "la intención de los acusados era apropiarse del dinero sin dar curso a ninguna de las solicitudes de seguro".
Varios clientes detectaron que no tenían seguro cuando sufrieron accidentes. Le ocurrió a S.C.B. cuando el 25 de febrero de 2019 sufrió un pequeño accidente y el Consorcio de Compensación de Seguros tuvo que hacer frente a los daños. F.A.P. fue denunciado por la Policía Local el 20 de junio de 2019 por carecer de seguro y tuvo que pagar 82,50 euros de grúa. Lo mismo le ocurrió a A.G.P., quien pagó 750 euros de multa y la grúa.
La principal encausada aseguró que a S.C.B.la conocía porque tenía un frutería al lado de su negocio y que a los otros dos clientes no. Negó los hechos porque, según dijo, estaba de baja.
El empleado mantiene que daba el dinero de los clientes a su jefa y, aunque estaba de baja, se pasaba por la oficina.
