el jurista habla

Adoctrinamiento escolar

El propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí mismo. El otro concepto es la educación del adoctrinamiento (Noam Chomsky)

Adoctrinar es transmitir una doctrina a una persona para que la haga propia, compuesta por ideas o creencias defendidas por un individuo o un colectivo. Se busca inculcar determinado pensamiento en las personas. Desde el poder se adoctrina como mecanismo de control social para conservar su lugar de privilegio sin recurrir a la violencia.


Educación-adoctrinamiento, diferencias


La educación apuesta por aportar los conocimientos necesarios para que la persona gane autonomía a partir de su propio desarrollo personal; el adoctrinamiento busca anular la crítica del sujeto y que este repita la información que se le suministra.

Los pilares en los que se sustenta el adoctrinamiento son variados: aislar al individuo, desconectarlo de la realidad evitando que conozca otras ideas; consiste en imponer y no en educar; es radical, pues para llegar a la meta solo valora un camino posible. Trata de evitar la diversidad y la tolerancia. Utiliza métodos propios de regímenes totalitarios o de sectas e incide en valores o creencias como la religión, la lengua, la política o el sexo.


Ejemplos de adoctrinamiento 


Los hay múltiples y variados. Recuerdo que en mi niñez y en lo que se llamaba entonces “parvulitos” hacíamos fila antes de entrar a la escuela y acostumbrábamos a entrar siempre cantando. Un día paseando con mi madre nos encontramos a la “profe” (maravillosa y extraordinaria maestra) y me preguntó cuál era la canción que más me gustaba de las que cantábamos. Mi respuesta fue rápida y clara a mis 4 ó 5 años: la de “La camisa”. Y no era la famosa canción de Juanes. Era la por otra parte hermosa canción de amor y de guerra compuesta por el Maestro Tellería y escrita entre otros, por excelsos poetas como Agustín de Foxá, Dionisio Ridruejo o Rafael Sánchez-Mazas: el “Cara al Sol”. Desgraciadamente hoy en día tenemos en nuestro país innumerables casos de adoctrinamiento como si el tiempo no hubiera pasado. Me contaba un familiar muy directo que hace unos días contempló una bandera gallega con una estrella roja asomar por la ventana de un centro escolar público unos días antes de las elecciones. Incontables situaciones como esta leemos en prensa estos días en territorios fundamentalmente donde la educación está en manos del nacionalismo excluyente.

Otro ejemplo: en Navarra, el gobierno de Uxúe Barkos aprobó un programa educativo en el que se animaba a los niños de cero a seis años a tener vivencias sexuales “a través de juegos infantiles”. Dicho programa sostiene que “la sociedad es profundamente machista y sexista y el heteropatriarcado somete a la mujer y es algo propio del mundo burgués y del capitalismo”.

En nuestra tierra, en Galicia, varios ejemplos: una politóloga recorre los centros educativos con el programa “A memoria das mulleres” dando a conocer las consecuencias del Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936 y su represión sobre las mujeres; en la celebración del “Correlingua” aquí en Ourense y hace pocas semanas había una pancarta fabricada por alumnos bajo la supervisión de sus profesores que decía “Non sexas borrego, fala galego”.

Hace unos días en toda la prensa se reflejó otro caso de una profesora canaria de 4º de ESO que en su clase de lengua les dijo a sus alumnos frases como estas: “a los niños hay que castrarlos al nacer”, “a vosotros os cortan el pito y no pasa nada”, “para los hombres su identidad es su polla” o “hay que ir a la castración selectiva para crear una sociedad nueva”.

Con el asunto de la lengua y la política en general tenemos múltiples ejemplos de adoctrinamiento en comunidades autónomas como Cataluña, Baleares o el País Valenciano. En Cataluña y a raíz del autodenominado “Procés” llenaríamos páginas y páginas con los ejemplos de los que ocurre en los centros escolares: pancartas, pintadas, manifestaciones, huelgas o represalias y menosprecios a los alumnos no partidarios de la independencia. 

El catedrático de Sociología de la Universidad Complutense Mariano Fernandez Enguita acaba de publicar un artículo cuyo título es toda una declaración de principios: “si quieres tener una nación hazte con la escuela”. La Alta Inspección del Estado en un informe referido a Cataluña constató que hay libros de texto que incitan al separatismo, que no mencionan ni al Rey ni a España. Solo un 7% de los colegios catalanes imparten otra asignatura en español además de Lengua Castellana. Ningún colegio en Cataluña acata la sentencia del Tribunal Supremo sobre el castellano y tan solo el 4% nombra la Constitución. Ninguna escuela en Cataluña cumple la exigencia de que el 25% de la enseñanza sea en castellano, lengua común del resto de España.


¿Qué hacer si los padres detectan adoctrinamiento?


Los colegios tienen la obligación de informar previamente a los padres sobre los contenidos, duración, formadores o material entregado de cualquier actividad que se realice en el centro escolar y solicitar su autorización expresa para la participación de sus hijos. Por lo tanto, solicitud de información previa para evaluar si queremos que nuestros hijos asistan. Acudir a las diversas asociaciones que luchan contra el adoctrinamiento escolar o directamente al Defensor del Menor.

En suma, la solución contra el adoctrinamiento escolar es la libertad educativa. Libertad para que los centros puedan proponer variadas configuraciones educativas y que sean las familias las que en el uso de esa libertad, decidan. Que salga la política y que entren los alumnos y sus familias.

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