El Servicio de Aviación del Estado de Ucrania ha cancelado la licencia para operar de la compañía Ikraine Air Alliance a la que pertenecía el Antonov-12 que el pasado viernes se estrelló en la ciudad de Lviv tras haber partido del aeropuerto vigués.
Según pública la prensa local, la suspensión se después del siniestro en el que murieron cinco personas y otras dos resultaron heridas de gravedad.
El jefe adjunto del Departamento de Investigación de Lviv, Andriy Kumechko, informó de que se ha descartado la falta de combustible así como la sobrecarga de la aeronave como causas del siniestro. En el primero de los casos, porque se comprobó que el avión tenía reserva suficiente para llegar al aeropuerto ucraniano mientras que respecto al peso, transportaba diez toneladas cuando el máximo de este aparato es de 15. Hay que recordar que el An-12 trasladaba piezas de repuesto de automóviles fabricadas en Lear Corporation en Porriño hasta una fábrica en Turquía de la compañía en Renault.
El responsable de la investigación quiso salir al paso de las informaciones locales que se habrían publicado respecto a la posibilidad de que el avión llevara material de contrabando. A este respecto afirmó, que no hay nada que haga pensar esa posibilidad, ya que revisó la carga y correspondía con amplificadores de techos y puertas para vehículos de Renault.
Las hipótesis que se barajan en este momento apuntarían a un error del piloto, error del control, de la aeronave o la climatología adversa. Los investigadores han conseguido rescatar la caja negra y están a la espera de poder interrogar a los dos heridos, ambos pilotos, que sufrieron heridas muy graves y que continúan ingresados en el hospital.
