Las fuertes precipitaciones de madrugada mantuvieron la alerta pero ya se esperan más claros y tiempo seco al menos hasta el domingo
La provincia estará hoy en una situación intermedia entre las altas presiones que se irán situando en el Atlántico y la borrasca que se localizará en el mar del norte con entrada de aire frío. Meteogalicia pronostica temperaturas suaves y cielos nublados por la mañana con precipitaciones intermitentes y moderadas, tendiendo a abrirse claros con el avance del día, aunque mantiene activada la alerta amarilla por ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora en las zonas de alta montaña, que llevaron a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a situarla en alerta amarilla. Para mañana y el sábado se esperan cielos prácticamente despejados con una caída de hasta ocho grados en las temperaturas mínimas, y la lluvia no se espera hasta el domingo.
La madrugada de ayer estuvo marcada por las precipitaciones, abundantes desde 20,00 horas. La situación mantuvo en alerta a los concellos ribereños y a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, por riesgo de desbordamiento, según informaron desde la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.
El Miño a su paso por la ciudad registró ayer una altura de 3,90 metros, dando un respiro a las piscinas de Oira y a las instalaciones termales de pago, amenazadas por la crecida del río los últimos días. Pero las consecuencias de diez días de incesantes lluvias y fuertes vientos se deja notar en las compuertas de Velle, donde se acumulan materiales, a consecuencia del arrastre por la gran velocidad de las aguas.
