ÁGORA ECONÓMICA

Los alumnos aventajados en el cumplimiento de previsiones de ingresos y gastos

A veces uno escucha el comentario que la Administración Pública no es capaz de elaborar unos presupuestos de ingresos que se cumplan y que carece de capacidad para ejecutar los gastos aprobados. Sin embargo, a poco que se estudie el comportamiento de los ingresos y gastos de los ayuntamientos gallegos, hay que reconocer el esfuerzo que vienen haciendo los gestores públicos y los técnicos municipales para poder cumplir con los objetivos iniciales

Por lo tanto, no es cierto que los ayuntamientos gallegos no cumplan con sus previsiones de ingresos y gastos. Más bien sucede todo lo contrario.

Lo anterior es fruto de las conclusiones que arroja la última nota del Observatorio Municipal de Galicia, elaborada por la Red Localis, dentro del proyecto financiado por la Diputación de Ourense con la Universidad de Vigo y gestionado por el Grupo GEN (Governance and Economic research Network) de investigación del campus de Ourense.


ALTO GRADO DE CUMPLIMIENTO


Si se realiza un ejercicio de comparación para establecer el grado de ajuste entre las previsiones iniciales de gasto no financiero inicial y el finalmente liquidado, se llega al resultado de que en términos agregados, el grado de cumplimiento es muy alto 101%, reflejando, para 2017, incluso un ahorro de gasto sobre las partidas iniciales. 

En segundo lugar, por capítulos de gasto, los de personal (104%) y los gastos corrientes y de servicios (102%) presentan un elevado grado de ajuste. Precisamente estos son donde las partidas, junto a las inversiones reales, con un grado de ajuste algo menor (86%) las que mayor importancia presupuestaria tienen en los ayuntamientos gallegos. Por el contrario, los gastos financieros (179%) presentan un bajo nivel de ajuste, pero todo hay que decirlo, debido a que son gastos generados por los préstamos o créditos solicitados por los ayuntamientos y, por lo tanto, con un escaso grado de autonomía para su reducción.

En tercer lugar se observa un comportamiento bien diferenciado en el grado de ajuste entre el presupuesto inicial de gastos y el finalmente liquidado por tamaño municipal. Son los municipios con menor población (hasta 5.000 habitantes) los que presentan un menor nivel de ajuste (93%). En los de más de 50.000 habitantes, el grado de ajuste es del 107%.

Lo que también llama la atención es lo mucho que han aprendido los ayuntamientos gallegos con la crisis económica, al menos a la hora de hacer sus previsiones de gastos. Comparando las cifras de 2010 con las de 2017, se obtiene como los ayuntamientos de menor tamaño han pasado de un grado de ajuste del 85% al citado 93%; algo similar ha pasado con aquellos municipios de entre 5.001 y 20.000 habitantes, que ha dejado atrás el porcentaje de cumplimiento del 92% para llegar al 98%.


MARGEN DE MEJORA


A pesar de ser un buen resultado, hay margen para mejorar. Como señala la Red Localis, en los municipios de poca población, la estimación presupuestaria de los gastos de personal suele ser en base a una reducida plantilla fija, que posteriormente es habitual que se modifique debido a la contratación temporal. Esto conlleva la generación de crédito, que no es algo recomendable, pero que depende de la subvención concedida por otra administración pública y que permite aumentar temporalmente la plantilla. 

Por otra parte, los ayuntamientos de pequeño tamaño tienen una escasa dotación de medios personales y materiales que dificultan bastante, el ya complicado proceso de ajuste entre las previsiones y las liquidaciones. 

Por lo que respecta al gasto corriente en bienes y servicios, en este tipo de entidades locales suele estimarse su importe a la baja, teniendo que acudir al reconocimiento extrajudicial del crédito, lo que no es un recurso que goce de buena fama por parte de los técnicos municipales y los políticos. Aún con todo, el nivel de diferencia entre los gastos iniciales y liquidados es de 1,3 euros por habitante a nivel agregado, oscilando entre los 9,5 euros per cápita gastados de menos de lo inicialmente previsto en los municipios de más de 50.000 habitantes y los 10,2 euros per cápita gastados de más respecto a la situación de partida en los municipios de hasta 5.000 habitantes. Por lo tanto, son cifras que nos permiten ser optimistas.

En cuanto a los ingresos, y realizando el mismo ejercicio entre las partidas iniciales y las liquidadas, el grado de ajuste sería para 2017 del 94%, un porcentaje de cumplimiento inferior al del gasto (101%). Esto es un resultado esperable, ya que en el primer caso, con los ingresos, se trata de una estimación y en el segundo, con los gastos, un objetivo a cumplir. Además, los mayores grados de ajuste se producen en aquellos capítulos de ingresos que están bajo el control directo del ayuntamiento, en especial los impuestos directos e indirectos. De nuevo, son los ayuntamientos de mayor población los que hacen estimaciones más acertadas. Además, todos los ayuntamientos han mejorado sus indicadores de previsión de ingresos tras la crisis económica, al pasar del 91% en 2010 al 94% en 2017

A modo de resumen, los ayuntamientos gallegos, tal y como señala la Red Localis respetan los gastos previstos, ejecutando lo prometido. En cuanto a los ingresos, nuestros ayuntamientos aplican una prudencia valorativa, lo que les permite estimar unos ingresos cada vez más cercanos a las cifras finalmente obtenidas. Es decir, nuestros ayuntamientos son unos alumnos aventajados en cumplir la disciplina presupuestaria y fiscal.

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