El Cartelle se está preparando para la puesta de largo que supone su debut en la máxima categoría del fútbol provincial. Su presidente, Tito Taín, reconoce que "todos los miembros de la directiva coincidimos en las ganas que tenemos de estrenarnos en una competición que siempre veíamos con cierto recelo de algún día poder estar ahí".
Su estrecha relación con el club, fundado en 1988, se debe no sólo a sus inicios como jugador, sino a un tema mucho más personal: "Llegué a Cartelle por amor, por mi mujer y enamorándome de todo lo que había allí a pesar de que soy de A Merca".
Una rotura del ligamento cruzado fue el final de su carrera como jugador, "pero al momento de dejarlo fue cuando me propusieron ser el presidente y para eso había que cambiar algunas cosas. Si íbamos a hacer una inversión, tanto de tiempo como económica, intentaríamos no tener topes".
El Cartelle llegó a disputar una final de Copa B,"que perdimos por penaltis ante el Arnoia y luego vino un ascenso a Segunda Galicia, que nos costó mucho porque era difícil conseguir jugadores".
Sin duda, el poder llegar a este presente fue gracias a un trabajo de hormigas: "En la directiva siempre nos apoyamos, entendimos y trabajamos para mejorar. Con nuestro sudor hemos conseguido el local social, cambiar la instalación de la luz, disponer del doble de agua caliente y además formar un equipo juvenil. Nosotros entendemos el fútbol donde siempre exista un clima familiar, algo que ya lo teníamos inculcado en la etapa anterior por el exjugador y directivo Pachín. Todos los viernes tenemos una paparota para limar asperezas que a lo mejor surgen durante la semana en los entrenamientos. No todo es coser y cantar".
"Llegué a Cartelle por el amor a mi mujer y me enamoré de todo lo que había allí, aunque soy de A Merca"
Tito Taín comenzará su octava temporada al frente de un Cartelle que "en los últimos tres o cuatro años intentamos 'profesionalizar' un poco más, es decir, darle un salto de calidad y para eso hemos mezclado gente del Concello con la de fuera gracias al trabajo de Marcial, pero también teníamos en la recámara a Rivo y Figo porque nos gustaba su forma de trabajar, aunque entendíamos que era algo sumamente complicado traerlos por su curriculum. Sin embargo, les convencimos con nuestras ganas, creyeron en nuestro proyecto y gracias a Dios estamos por primera vez en la historia en la Primera Galicia con un club humilde y con las cuentas limpias".
Si de algo esta convencido el mandatario del Cartelle es que tenían la esperanza de conseguir algo grande y bonito: "Siempre fui educado en que si te esfuerzas en la vida y haces las cosas bien, acabarás teniendo una recompensa. Es muy difícil ascender a Primera, como lo viene demostrando nuestro grupo de Segunda Galicia en los últimos años, en el cual hasta el séptimo puede luchar por subir. Nosotros vamos día a día, pero sí teníamos una ilusión de lograrlo, aunque éramos muy conservadores para no darnos una hostía".
Sin promesas
El propio Tito Taín quiso salir al cruce de algunos comentarios sobre la política de fichajes: "Aquí no se le paga ni se le anda prometiendo nada a ningún jugador y hay alguno que, al venir con su coche, por desgracia, gasta dinero. Lo que hacemos es que el fútbol le sirva como evasión y que haya una piña, algo de lo que estoy más orgulloso, como del apoyo del pueblo".
En el horizonte del club, el presidente sueña con que el campo de tierra de Pau Rañado se transforme en hierba sintética. "Hay un hilo directo con el ayuntamiento que cree y apuesta fuertemente por el deporte. Mientras tanto, nosotros estamos en conversaciones y estudiando varios presupuestos con distintas empresas ya que entendemos que un campo de esas características nos hará mejores y nos afianzará en la categoría. Por eso, nos interesa la empresa que está finalizando el campo del Soutopenedo". Y añade: "Sabemos que es un momento muy difícil para todos, pero entendemos que hay concellos prioritarios como es el nuestro en el que hay cuatro clubes de fútbol y ni una instalación digna. Esto servirá para disfrute de todo el concello y habiendo dejado en claro y por escrito a los distintos estamentos que no seremos dueños de nada".
