tribunales

Cuatro años de prisión por adueñarse de fondos del banco

OURENSE 18/09/2019.- juicio Audiencia. José Luis Fernández Alonso. José Paz
photo_camera José Luis F.A., en el banquillo de la Audiencia cuando se celebró en septiembre el juicio.
La Audiencia condena al exdirector de una oficina en Entrimo por un perjuicio de 1,5 millones

n n n La Audiencia de Ourense ha condenado a cuatro años de prisión y multa (nueve meses y medio a razón de seis euros al día) a José Luis F.A., director de la sucursal Abanca en Entrimo entre 1998 y 2015, por apropiarse de fondos de clientes. La sala lo considera autor de un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con un delito continuado de apropiación indebida. Además, en concepto de responsabilidad civil debe abonar a la entidad bancaria 1.494.249 euros, mientras que a uno de los perjudicados tendrá que pagarle 31.000 euros. 

El tribunal considera probado que realizó disposiciones indebidas de fondos depositados en cuentas de los clientes "sin el consentimiento ni la autorización de estos". La Audiencia asegura que se apoderó de cantidades entregadas en efectivo por los clientes y que realizó pagos de extratipos por los fondos depositados por los clientes al margen de los contabilizados por la entidad bancaria. "El acusado les entregaba como soporte documental de su inversión o depósitos cartillas originales de la entidad bancaria en las que realizaba, valiéndose de una máquina de escribir, diferentes apuntes contables de la inversión inicial y el posterior abono de intereses", reconocen los magistrados. Estas libretas, según la sentencia, "reflejaban contabilizaciones que no coincidían con la contabilidad del banco". El tribunal indica que el acusado también expidió "documentos sellados justificativos de la comercialización de productos de  inversión o de ingresos bancarios efectuados por clientes que no se correspondían con la realidad de las situaciones registradas en la entidad bancaria".


Reconocimiento parcial


La sala tiene en cuenta el reconocimiento parcial de los hechos realizado por el acusado ante el auditor y jefe de zona de Abanca en las que ya asumía una serie de irregularidades en la gestión de las cuentas de un cliente. A través del abogado del acusado, se hizo llegar a Abanca las cuentas que había "tocado". Pero también sopesó la abundante prueba testifical. Varios clientes pusieron de manifiesto como únicamente trataban con él para las entregas del dinero en efectivo, encargándose de las anotaciones a máquina en las libretas, un práctica "totalmente irregular". En otros casos, creían que eran titulares de fondos de inversión que no existían o se los engañaba con extratipos al margen de la entidad. En el juicio, se evidenció la inexistencia de dinero por parte de la mayoría de los clientes afectados, con perfil ahorrador.

Además, tres empleados de la entidad bancaria declararon en el juicio que el inculpado atendía personalmente a los perjudicados. Las anotaciones no se correspondían con la reflejada en la realidad contable del banco. 

La sala no pasa por alto la postura del inculpado: nunca quiso declarar y en el juicio solo respondió a las preguntas de su letrado, limitándose a negar los hechos.

"Una vez acreditada por la prueba practicada en el acto del plenario la participación del acusado en la confección de los documentos mendaces a fin de hacerse con las cantidades depositadas por los clientes o distraer las mismas no ha ofrecido explicación alguna, lo que permite entender corroborado que los hechos se sucedieron en tal modo", destacan los magistrados. 

Te puede interesar