APARICIÓN RECIENTE

Los árboles del Paseo, en peligro por una plaga

Los expertos urgen al Concello a que tome medidas de lucha biológica

Una plaga de aparición relativamente reciente en la ciudad -se detectó el año pasado por primera vez- afecta a los árboles de la calle del Paseo. Así lo aseguran tres expertos en la materia, que señalan que la plaga -cacopsylla pulchella- ha aparecido este año con un nivel de infestación muy alto, a pesar de lo cual el Concello todavía no ha adoptado medidas al respecto.

La plaga, que debilita notablemente los árboles, es, además, "muy incómoda, porque mancha mucho el mobiliario urbano", señala el ingeniero agrónomo Juan Antonio De Jesús. Según él, el Concello tendría que haber actuado a finales de abril o principios de mayo, algo que no ha sucedido. "Cuanto más se tarde, más sufre el árbol", señala.

Del mismo modo, apunta que más allá del tratamiento fitosanitario, que "en el medio urbano puede tener riesgo para la salud", una buena solución sería "el uso de técnicas de lucha biológica, mediante la suelta del enemigo natural de esta plaga -el Anthocoris nemoralis-, que ya se ha utilizado con éxito en otras ciudades españolas".

De Jesús afirma que él y otros dos expertos en la materia, Vicente Rodríguez Gracia y Aricia Rodríguez, "nos fijamos en este tipo de cosas por defecto profesional", motivo por el que se han percatado no sólo de la presencia de esta plaga sino también de que se ha roto la homogeneidad de la alineación de la especie que hasta hace aproximadamente dos años "reinaba" de forma exclusiva en el Paseo, los cercis siliquastrum, conocidos como árboles del amor o de Judas.

Y es que, según señala, "el Concello, al eliminar ejemplares secos repuso otros de la especie cercis chinensis, muy parecida al árbol del amor pero diferente". Un error que, a su juicio, se debe a la falta de supervisión y control en las plantas que se adquieren en los viveros.

La incorporación de nuevos ejemplares podría servir para explicar la aparición de una plaga de la que no se tenía constancia en la ciudad hasta que fue detectada el año pasado, cuando también afectó a árboles de otros puntos del casco urbano, como el Campus universitario.

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