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El arsénico vuelve a aparecer en el agua pública de Ramirás

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photo_camera El abastecimiento de auga de Ramirás proviene del río Tuño.
El Concello estudia la recuperación de las aguas vecinales como posible solución en verano

La toxicidad del arsénico ha vuelto a afectar al abastecimiento municipal de agua de Ramirás, una situación que los vecinos sufren desde hace cinco veranos. La disminución del caudal provocada por la temporada estival favorece la aparición de este material, que puede resultar perjudicial para la salud. "As análises de xullo saíron ben, pero na primeira semana de agosto, xa volveu detectarse arsénico", explica la alcaldesa, Isabel Gil. 

Fue el pasado día 15 cuando llegaron a las dependencias municipales los análisis de las últimas tomas, que apuntaban a una subida de este tóxico en la red, al registrarse 11 microgramos por litro. A pesar de que los resultados no se acercan al de campañas anteriores, como el caso de los 17 microgramos de 2017, "iniciamos inmediatamente o protocolo da Consellería de Sanidade". Por eso, desde este lunes "empezamos a repatir auga potable" en las parroquias de Paizás, Freás, Mosteiro y Vilameá. Con todo, según explica la regidora, el Concello trabaja en la búsqueda de "solucións definitivas" para paliar los cortes de suministro que los vecinos sufren cada verano y evitar el "coste carísimo" del reparto de agua embotellada. En este sentido, "queremos recuperar os pozos veciñais" con el objetivo de utilizarlos cuando surjan los problemas de arsénico. 

Otra de las medidas que barajan es la limpieza de la balsa a cielo abierto que comparten con una cámara de carga hidroeléctrica en el río Tuño. Para ello, Isabel Gil mantendrá una reunión con la Confederación Hidrográfica la próxima semana que permita a ambos organismos buscar soluciones conjuntas. 

El grupo municipal popular ha presentado una moción para ser debatida en el pleno que insta al Concello a "aplicar as medidas correctoras que fixeran falta" y que, mientras se mantienen vigentes los problemas, no se cobren las tasas municipales del suministro. "Pedimos as mesmas medidas que nós adoptamos", explica el portavoz del PP, Juan Carlos Rodríguez, regidor de Ramirás hasta las últimas elecciones. A este respecto, Isabel Gil sostiene que se "podía ter feito algo máis nos últimos anos" y pide a la oposición que "non me pidan que resolva nun mes o que eles non fixeron en catro anos". El agua de Ramirás procede del río Tuño, que, a su paso por Acebedo, presenta un embalse del que también se surte una cámara de carga hidroeléctrica. Aunque Gil considera "un pouco estrana" esta situación, "hai que buscar solucións finais". Ahí se sitúa el origen del problema pues, al bajar el caudal, el granito que conforma las paredes suelta restos de arsénico. Se ha intentado resolver el problema con la instalación de filtros en la depuradora, pero sin resultado. La búsqueda de nuevas captaciones ajenas al río Tuño sería otra de las medidas a tener en cuenta.

Como es habitual en el caso de Ramirás, la llegada de las lluvias atajaría el problema, puesto que haría subir el caudal del río Tuño y reduciría el nivel de arsénico en el agua municipal, tornándola de nuevo apta para el consumo humano. Sin embargo, el objetivo final es evitar que los vecinos lo sufran en ningún momento.


Problema de salud pública


La presencia de altos niveles de arsénico en el agua de consumo humano de Ramirás ha resultado en los últimos análisis de 11 microgramos por litro, siendo el máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud de 10 microgramos. Esta contaminación de las redes de abastecimiento está considerada un riesgo para la salud y su consumo continuado en dosis elevadas puede provocar problemas en la piel o enfermedades como cáncer cutáneo o de pulmón, además de daños en órganos vitales como el cerebro y el corazón.

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