La Guardia Civil de Tráfico, Protección Civil y un ex camionero de la zona ayudaron al conductor checo
La patrulla de motoristas del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Verín tuvo que socorrer durante la tarde de este sábado a un transportista checo que se quedó atrapado en un vial de acceso a la localidad de A Devesa, en Vilardevós, bloqueando, de esta manera, la entrada al pueblo. El conductor había hecho caso previamente a las señales de su sistema de navegación GPS, por las que acabó perdiéndose. Durante las maniobras realizadas por el trabajador para retomar su camino, el mecanismo de embrague del vehículo se averió, y por ello se vio envuelto en una situación de no retorno.
El servicio de emergencias del 112 avisó a los agentes verineses de lo ocurrido, que se personaron en el lugar para ayudar al camionero. También hicieron lo propio efectivos de Protección Civil de Vilardevós, que le suministraron un bocadillo y agua al conductor checo, mientras los agentes del orden trataban de buscar una solución.
En un primer momento, el conductor de este trailer que transportaba piezas de automoción procedentes de Maia (Portugal) con destino a Eslovaquia, contempló la posibilidad de quedarse en Vilardevós hasta el próximo lunes, para tratar de arreglar su vehículo de transporte. Durante el trance, los agentes tuvieron que echar mano del traductor de google para poder entenderse con un nervioso transportista, que tan sólo podía comunicarse en checo.
Vecinos "En acción"
Nada parecía alentar la posibilidad de que el transportista checo pudiese retomar su viaje hasta Eslovaquia, sin embargo, pasadas las 19,45 horas de la tarde, la Guardia Civil informaba de que se había logrado sacar el camión de la encrucijada gracias, sobre todo, a la colaboración de un vecino. Camionero jubilado y conocido popularmente como "O Ringo da Devesa", este lugareño se convirtió en el héroe de la tarde en Vilardevós.
El ex transportista logró desatascar el camión desde la cabina, generando, al mismo tiempo, una gran expectación en la zona.
No fue el único vecino del municipio que hizo gala de su solidaridad durante la tarde de este sábado, ya que fueron muchos los que se acercaron al transportista para interesarse por él y darle de comer. Sin duda, una historia con final feliz, que viene a recordar lo traicioneros que pueden llegar a ser los GPS.
