TRANSPORTE FERROVIARIO

El aumento de incidentes en trenes de cercanías indigna a los ourensanos

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photo_camera El tren parado en San Clodio, con los pasajeros en el exterior, el pasado domingo por la noche.
Diputados, Xunta y usuarios piden respuestas ante el último incidente, que dejó a los pasajeros bloqueados hasta cuatro horas

El problema en las conexiones ferroviarias de la provincia de Ourense siguen encendiendo los ánimos de la población, debido a los continuos fallos, retrasos, cancelaciones en los trayectos, unos problemas que la propia Xunta de Galicia aprecia y ha puesto en conocimiento de Renfe para intentar revertir.

El último "aldraxe" vivido por los sufridos pasajeros ourensanos llegó el pasado domingo, cuando 27 pasajeros del regional de la línea Vigo-Ponferrada quedaban atrapados a la salida de un túnel de camino a Valdeorras, a dos kilómetros de San Clodio, durante algo menos de tres horas; y otros que hacían la ruta en sentido contrario quedaron varados y sin información en la vía, llegando a las tres de la madrugada, con hasta cinco horas de retraso.
Muchos empiezan a decir basta, la Xunta de Galicia ha pedido explicaciones, los diputados ourensanos también exigen disculpas de Renfe y la sociedad ourensana pierde poco a poco credibilidad en el actual sistema ferroviario de proximidad.

E director xeral de Mobilidade de la Xunta, Ignacio Maestro Saavedra, remitía ayer una misiva a Renfe en la que recordaba que "los incidentes son cada vez más regulares en los servicios ferroviarios en Galicia", y pedía una "actuación decidida" que incluya tanto "la revisión del material rodante como su renovación progresiva". 

LAS CLAVES: TRENES DE CERCANÍAS
Retrasos
 Los retrasos en los trenes tanto en Carballiño como Valdeorras son una constante.
Cancelaciones
Los temporales y malas condiciones meteorológicas se cebaron con la vía.
Protestas
La Xunta y diputados del Congreso han remitido quejas.

Trenes obsoletos
Y es que el estado de los trenes es una de los mayores lamentos de los usuarios y lo que provoca las recurrentes averías de los últimos meses. "Nos prometieron hace un año que cambiarían los trenes ARCO que vienen del País Vasco y seguimos esperando", apuntaba ayer Carmen Prada, una de las viajeras habituales entre Santiago y Valdeorras. Tampoco les han cambiado el regional que viene de Vigo. Lo vivido el pasado domingo "fue lo más duro que recuerdo". 

ace unas semanas, los viajeros habían quedado varados en Monforte por uns desprendimientos en la vía en Os Peares, y los retrasos y cancelaciones se han ido sucediendo desde el verano. "Llevo muchos años viajando y la inercia actual nunca la había visto", dice Prada.  Los constantes fallos también han hecho mover ficha a las filas socialistas que dará recado a Renfe para que intente mejorar el servicio.

El diputado ourensano del PP, Celso Delgado, también habla de un "problema de obsolescencia" del material rodante, además de "problema de personal" y de mantenimiento, que ha de ser "de más calidad y permanente" Sostiene que lo grave es que en fin de semana "la relajación es todavía mayor", que es cuando más viaja por motivos laborales o educativos los ourensanos. Delgado enviará un escrito a Renfe, porque "ya está bien, deben conocer nuestro disgusto". 

Frente común con León
El diputado ha contactado con sus homólogos en León, que le han explicado que sufren los mismos problemas ferroviarios, para hacer un frente común, porque "el nivel de los servicios que opera Renfe está bajando de forma alarmante". 

“Desde hace dos años es horrible, abandono total"
El problema de los trenes de cercanías ourensanos soliviantan a la comarca de Valdeorras, pero también al resto de la provincia, al menos, donde sigue funcionando el tren. Porque la línea a Puebla de Sanabria se suprimió en 2013 dejando a 10 estaciones del rural sin servicios. A ello se une la decisión de no tener puntos de venta físico en las estaciones de Ribadavia y Carballiño, a la que se unirán O Barco y A Rúa en primavera,  y también los deficientes servicios del tren regional de Ourense a Santiago, que llegó a causar en 2019 una rebelión a bordo por las incomodidades y los retrasos.
Los usuarios que están empezando a perder la paciencia. "No es la primera vez que me tienen que llevar en autobús a Sanitago", dice Isaac Cruz, valdeorrés que se traslada de forma habitual a Santiago para estudiar. No da crédito a lo que tienen que sufrir cada fin de semana: "Parece mentira que haya estas comunicaciones, y encima suben los billetes". 
Ese es otro de los agravios que se ha vuelto a repetir con la entrada de 2020: los trenes del interior suben más que en el eje atlántico. A todos los problemas de los últimos tiempos se une algo que los usuarios detectan, y es una creciente falta de información cada vez que se produce una avería y que aumenta la sensación de abandono. "Da la impresión de que les da igual. Desde hace dos años es horrible, hay un abandono total desde que empezaron a darse tanta prisa para que llegase el AVE", apunta Prada. 

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