PSICOLOGÍA

La autoexigencia y sus peligros

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photo_camera Los peligros de una elevada autoexigencia.

Una vida de autoexigencia continuada, es como una cárcel, muy contraria a la propia naturaleza, generándose una serie de importantes conflictos internos

La gente, cuando se proponen lograr alguna meta, les puede ir genial trabajar concentrados durante un tiempo, pero una vida de autoexigencia continuada, es como una cárcel, muy contraria a la propia naturaleza.

A veces la gente se trata a sí mismo como un verdadero tirano. Tienen que trabajar tanto, estar todo el día rindiendo, con escasa dedicación a sus cuidados personales, y así hasta el agotamiento. Necesitan del autocontrol para sentirse seguros, y acaban asfixiándose. Suelen tener una vena de sadomasoquismo, y cualquier logro les parece poco.

Se someten continuamente a un rígido y exigente control y someten a sus necesidades emocionales, como si no escucharan a su "propio yo", y con un alto espíritu de responsabilidad insaciable.

En su vida no existe ni el ocio ni el hedonismo, son personas muy serias y responsables y lo peor exigen muchísimo a las personas que tienen en su entorno. Los demás les perciben como déspotas y con una disciplina militar, sufriendo mucho en las relaciones.

Otro factor peligroso y devastador para ellos y para los familiares o empleados, es la enfermedad derivada de la rigidez de esquemas y su cerrazón mental. Desarrollan todo tipo de patologías del tipo ansioso-depresivo, estrés...

En conjunto, las personas de autoexigencia alta, tienen descontrolado su afán de perfeccionismo y superación y no conocen el equilibrio.

De hecho en las vidas, el ocio y el descanso suponen un tiempo muy restaurador para el equilibrio personal, y al permitírselo, la gente se vuelve más creativa y resolutiva.

Puede afirmarse que estas personas se van creando dificultades a todos los niveles:

-Enferman psicológicamente por su ritmo de vida, con ansiedad, fobias, depresión, alteraciones en la memoria, crisis...

-También desarrollan entre otras, enfermedades médicas, como las cardiovasculares, digestivas..., y en conjunto todo su organismo está sometido a tanta desestabilización por la presión mental, que se vuelve muy vulnerable a la enfermedad.

-Pueden llegar a la ruptura de pareja, ya que no soportan su ritmo, ni sus presiones, ni su vida cuadriculada... 

-Si son empresarios les surgirán muchos problemas con los empleados, y los acabará despidiendo ya que nadie le vale, al no cumplir sus altas expectativas. 

-Con su exagerada tendencia a criticarlo todo, viven en un mundo de sufrimiento, imperfecto, donde no hay nada que les vaya bien.

-Los hijos pueden padecer como consecuencia de ese padre o madre tan tirano, enfermedades mentales muy serias.

Cuando se vive cerca de una persona así, hay que poner soluciones cuanto antes.

Post publicado originalmente en el blog de Isabel Calle

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