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El avance de la extrema derecha pone en jaque la estabilidad política en Suecia

Desde la ultraderecha europea, sus principales líderes ya han celebrado los resultados de los Demócratas Suecos, que se han presentado con un slogan nacionalista de "Suecia para los suecos".

Suecia se enfrenta desde este domingo a la incertidumbre política tras unas elecciones parlamentarias que han aupado a la extrema derecha como tercera fuerza, convertida en posible árbitro de futuras coaliciones tras la ajustada victoria de los socialdemócratas suecos que han ganado, seguidos muy de cerca por los conservadores.

La Comisión Europea ha eludido valorar los resultados pero sí ha mostrado confianza en que el Gobierno mantenga un compromiso "firme" con la Unión Europea.

Los dos grandes bloque políticos tradicionales se quedan sin mayorías y los ultraderechistas Demócratas Suecos pueden acabar siendo decisivos a la hora de conformar gobierno, algo que han valorado y celebrado los principales líderes de partidos de extrema derecha europeos tras saberse los resultados de los comicios.


Unos 7,3 millones de ciudadanos estaban llamados a votar en unas elecciones generales que, además de decidir el futuro de corporaciones locales, servirán para elegir a los 349 miembros del futuro Riksdag (Parlamento) y, de forma indirecta, al Ejecutivo llamado a gobernar el país durante cuatro años


La coalición de centro izquierda liderada por el Partido Social Demócrata, que actualmente estaba en el poder, ha sido el bloque más votado con un 40,6 por ciento de las papeletas y que se traducirá en 144 escaños en el Parlamento, algo insuficiente para conformar gobierno estable.

Los partidos que apoyan al primer ministro Stefan Lofven se imponen así a la Alianza de partidos de centro-derecha (40,1 por ciento) y la formación de ultraderecha Demócratas Suecos ha obtenido un 17,7 por ciento.

No obstante, los 62 diputados de los ultraderechistas tienen la capacidad de inclinar la balanza. En menos de un mes, los diputados suecos deberán pasar una prueba de fuego y votar una moción de confianza sobre el primer ministro antes del 8 de octubre.


Las leyes suecas establecen que, si tras cuatro intentos fallidos no hay primer ministro, el contador de todas las formaciones políticos partirá de cero y habrá que volver a decidir en las urnas


De momento, la aritmética depararía así un Parlamento con 100 diputados socialdemócratas (13 menos que en la anterior legislatura), 70 moderados (14 menos), 63 de Demócratas Suecos (14 más), 31 centristas (9 más), 28 de La Izquierda (7 más), 22 cristianodemócratas (6 más), 19 liberales (igual resultado) y 16 ecologistas (9 menos). En total suman 349 escaños, por lo que la mayoría está en 175.

Desde la ultraderecha europea, sus principales líderes ya han celebrado los resultados de los Demócratas Suecos -que aunque han logrado maquillar sus orígenes neonazis, racistas y xenófobos-, se han presentado con un slogan nacionalista de "Suecia para los suecos".

Los partidos de extrema derecha se han visto impulsados en Europa durante los últimos años debido al creciente flujo de migrantes, una crisis que ha incrementado el sentimiento nacionalista.

En 2015 llegaron al país escandinavo 163.000 solicitantes de asilo, lo que convirtió al país en el mayor receptor en relación con su demografía, que es de 10 millones de habitantes. La situación ha polarizado las opiniones y ha fracturado en gran medida el consenso político que reinaba en el país.



"La Suecia patria del multiculturalismo y modelo de la izquierda, después de años de inmigración salvaje ha decidido finalmente cambiar", ha escrito en su cuenta de Facebook el líder italiano de la Liga Norte, Matteo Salvini. "Ahora también allí dicen no a esta Europa de burócratas y especuladores, no a los clandestinos, no al extremismo islámico", ha subrayado el viceprimer ministro italiano


Salvini ha defendido que "la fuerte afirmación de Jimmie Akesson", el líder de Demócratas Suecos, "es el enésimo aviso de desahucio a los socialistas: en mayo, en las elecciones europeas, completaremos la obra de cambio fundada en los valores del trabajo, la seguridad y la familia".

Por su parte, la líder de Agrupación Nacional (el antiguo Frente Nacional francés), Marine Le Pen, ha resaltado que se trata de "una mala noche más para la Unión Europea en perspectiva". "La revolución democrática en Europa está en curso", ha asegurado en su perfil de Twitter.

Entretanto, el líder del Partido de la Libertad (PVV) holandés, Geert Wilders, se ha limitado a felicitar a Demócratas Suecos y su líder por el resultado obtenido. "Felicidades", ha escrito en su Twitter, que ha acompañado con una bandera de Suecia.


Tras conocerse los primeros resultados, su líder, Jimmie Akesson, ha indicado ante sus seguidores que la formación ultraderechistas es sin duda la ganadora de los comicios. Además, ha expresado que espera que el partido -que quiere que Suecia abandone la Unión Europea-, juegue un papel decisivo en el marco de las negociaciones para formar Gobierno


"Ganaremos una gran influencia sobre lo que sucede en Suecia durante la próxima semana, los próximos meses y los próximos años", ha manifestado Akesson, que ha instado al líder de la Alianza de partidos de centro-derecha, Ulf Kristersson, a elegir entre el apoyo de los Demócratas Suecos o aceptar otros cuatro años de socialdemócratas de la mano de Lofven.

Desde la derecha moderada de Kristersson deberán decidir si hacen coalición con los socialdemócratas, o finalmente optan por dar la mano a la extrema derecha de Akesson para expulsar a Lofven del poder.

De momento, Kristersson ha pedido la dimisión del primer ministro y ha asegurado que "ha sido claro durante todo el proceso electoral". "La Alianza no gobernará ni discutirá la formación de un Gobierno con los Demócratas Suecos", ha añadido. En respuesta a Kristersson, el dirigente sueco ha asegurado que no presentará su dimisión y que continuará trabajando.


Los liberales no trabajarán con los demócratas suecos


Por su parte, el líder del Partido Popular Liberal, Jan Bjorklund, ha asegurado ante los seguidores de la formación que está dispuesto a "formar una alianza de centro-derecha pero que no cooperará con los Demócratas Suecos".

Los liberales forman parte de la Alianza por Suecia -que incluye al Partido Moderado, Partido del Centro y los cristianodemócratas-. Dado que la mayoría de los partidos se han mostrado reticentes a pactar con los Demócratas Suecos, los liberales podrían ser una pieza clave en los esfuerzos para formar Gobierno en el fragmentado Parlamento.

Kirstersson, por su parte, ha asegurado que la Alianza cuenta con más diputados que la coalición de Lofven -socialdemócratas y Los Verdes-. Sin embargo, no ha tenido en cuenta La Izquierda, formación que ha mostrado su disposición a respaldar la continuidad de Lofven en el poder.

En este sentido, el dirigente sueco ha indicado que seguirá trabajando durante las próximas dos semanas y ha instado a la cooperación entre los partidos de cara a la formación de un nuevo Gobierno. "Tenemos semanas. Voy a trabajar con calma como primer ministro y respetaré a los votantes, así como el sistema electoral sueco", ha manifestado Lofven.

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