ECONOMÍA CIUDADANA

Ayudas al autónomo: una especie de tabla de salvación para el eslabón débil

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El primer año, la cuota, conocida como plana, no supera los 50 euros

 

Dentro de los análisis habituales de las barreras que existen dentro de Galicia a la hora de darse de alta como autónomo, una de las respuestas más habituales es el coste mensual del alta de la Seguridad Social, la conocida como “cuota de autónomo”. 

Se trata de un pago establecido de forma mensual y que varía en función de varios condicionantes como pueden ser las bases de cotización o de las condiciones personales de cada uno, como por ejemplo tener alguna discapacidad. Además de asumir cargas consideradas voluntarias por la Seguridad Social, como el pago de contingencias por seguro de desempleo.

Las bases de cotización pueden variar al año, ya que las establece el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado. Este año, desde el uno de enero, eran desde 919,80 euros a la máxima de 3.751,20 euros. Incrementados a 932,70 euros y 3.803,70 euros respectivamente a partir de la publicación de la Ley de Presupuestos de 2018 en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Es decir, para un autónomo que elija la base básica de cotización (la que eligen en España el 80% de las altas de autónomo), el coste ronda los 275 euros mes y con la subida del año, unos 278 euros. Por tanto estamos hablando de una serie de gastos que para muchos futuros empresarios lo ven como una barrera insuperable.

Para contrarrestar esta situación, en un primer momento, el gobierno autonómico aprobó medidas para aliviar la situación, pero posteriormente el gobierno central ha dado un paso decidido, al aprobar la llamada “tarifa plana” que reduce de forma considerable el coste de la cuota de autónomo. Este programa establece que quien empieza a  emprender desde una situación de paro puede beneficiarse de una ayuda que bonifica la cuota de autónomo durante los dos primeros  años de la actividad. 

El primer año, la cuota, conocida como plana, no supera los 50 euros. En el segundo año, de forma general, no superará los 150 euros mensuales. No será hasta el tercer año en el que se pague la cuota integra. La ayuda de la Xunta actúa como complementaria a partir de esta ayuda del estado central. El resultado de esta medida es que el primer semestre de 2018 se han batido record de altas de autónomos en España. 

A estas medidas, debemos sumar ayudas a fondo perdido y créditos blancos como los que oferta el IGAPE o la propia Consellería de Emprego. 

El Igape, organismo de promoción económica de la comunidad gallega, aporta al ecosistema emprendedor ayudas financieras, como IG 243 - Préstamo IFI emprender, con prestamos a intereses reducidos para fomentar la inversión empresarial.  A ello, sumamos ayudas a fondos perdidos, para empresas al fin de ayudarles a invertir con importes de entre 25.000 a 500.000 euros. 

La Consellería oferta ayudas a fondo perdido desde 2.000 a 8.000 euros a nuevos empresarios en función de sus condiciones personales.

En conjunto, Galicia oferta un espacio de emprendimiento con instrumentos financieros oportunos para atender las necesidades y servir de incentivos para el desarrollo del nuevo tejido empresarial. Uniendo inversiones a fondo perdido con programas de asesoramiento. 

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