El Barco dejó escapar tres importantes puntos tras perder ante el Pontellas por 1-2 en el tiempo de descuento. Pese a la derrota, la mejor noticia para los valdeorreses es que, una semana más, siguen en puestos de promoción de ascenso, aunque ya han perdido todo el colchón de puntos que tenían con sus perseguidores.
Por su parte, el Pontellas, se reencontró con la victoria, algo que no hacía desde el pasado 12 de octubre. Un triunfo que le permite dejar el último puesto de la clasificación y volver a ilusionarse con una salvación que sigue teniendo muy complicada.
El partido no fue bueno, con muy poco ritmo y ausencia de ocasiones, aunque si tuvo mucha emoción e incertidumbre en los últimos diez minutos, que fue cuando llegaron los tres goles del encuentro.
En los primeros cuarenta y cinco minutos, el Barco, que intentaba llevar el peso del partido, no conseguía darle ritmo y no circulaba la pelota con la movilidad y rapidez de otras ocasiones. El Pontellas, que no pasaba por demasiados apuros, se encontraba cómodo y dejaba pasar los minutos esperando su oportunidad en una contra o una jugada de estrategia. La mejor ocasión de estos primeros 45 minutos fue para el delantero vasco Iñigo Pisón, que remató un buen centro desde la banda izquierda de Ivi Vales. Pero tras adelantarse a su marcador y al portero visitante, su remate se marchó fuera. Sin más ocasiones dignas de mención, ambos equipos se retiraron.
En la segunda parte, el técnico local Manolo Pérez, movió el banquillo dando entrada a Rubén García y Juanito Bazo, en lugar de Andrés Calvo y Moreira; y el equipo rojillo mejoró sus prestaciones y empezó a llegar con más peligro.
Fruto de ese dominio llegó el gol local en el minuto 80. Fue un balón entre líneas para David Álvarez que no desaprovechó la ocasión y superó al meta visitante Unai. Quedaban diez minutos y parecía que la victoria podría quedarse en el lado ourensano, pero el Pontellas, con nada que perder se fue arriba en busca de un gol que le metiera de nuevo en el partido.
Penalti y expulsión de Tato
Y lo logró en el 86 cuando el visitante Hugo Pintos fue derribado por Diego Tato, que además vio la segunda tarjeta amarilla en esta jugada. El veterano Iago González no perdonó y puso el empate a uno y los nervios en los jugadores locales. Y lo peor llegó en el minuto 93. Pérdida de balón del Barco en ataque y preciso contrataque de los visitantes que finalizó el delantero Nando, que hacía el 1-2 y enmudecía Calabagueiros con una dura derrota con la que no contaban.
