El Concello de Beariz abrirá al público la playa fluvial de Magros el próximo miércoles. Así lo confirmaba el alcalde, Manuel Prado, tras tomar la decisión de mantener cerrada la de Doade, teniendo en cuenta que no dispone de caudal suficiente para garantizar la seguridad de los bañistas y, además, por no contar el concello con medios para la adopción de medidas preventivas contra el covid-19 en las dos zonas de baño. Esta circunstancia también facilitará reforzar la seguridad y la higiene de la playa de Magros, para lo que ha procedido a contratar a dos socorristas (el año pasado había uno en cada playa), que se encargarán de realizar la desinfección y controlar que se cumpla con un protocolo de rigurosas medidas de prevención de contagios que ha elaborado el concello, y que ha recibido el visto bueno de los sanitarios.
Los análisis del agua de la playa de Magros siempre apuntan a una calidad excelente. El Concello también ha prohibido fumar en este entorno, que a partir del miércoles estará sometido a estrictas medidas. El protocolo establece, entre otras, la entrada a la playa diferenciada de la salida; señalización de espacios para tomar el sol; distancia de dos metros entre personas o uso de mascarillas; el aforo será limitado y, además, se realizará un control del caudal para garantizar que la renovación del agua es suficiente. Los socorristas asumirán las labores de salvamento, control y también de desinfección.
