El próximo fin de semana Donald Trump abandonará Mar-a-Lago, su refugio desde que dejó de ser presidente, para participar en Orlando, en un acto con dirigentes y simpatizantes del Partido Republicano, ante los que tendrá una intervención en la que se espera que desvele sus proyectos inmediatos.
El rechazo al “impeachment” le permitiría optar a la presidencia en el 2024, aunque queda un obstáculo en el camino: la creación de un comité de Investigación en la Cámara de Representantes sobre el asalto al Capitolio. Por otra parte habrá que ver cómo transcurre su relación con el PR, donde una mayoría creciente considera a Trump un personaje excesivamente polémico, lo que ha provocado que el expresidente haya dado a entender que podría presentar su candidatura a la Casa Blanca con un partido propio.
Biden por su parte, prácticamente desde el primer día de su mandato, marca distancias con Donald Trump. Paralizó de inmediato la construcción del muro con México, ha iniciado la regularizar de la mayoría de los inmigrantes que se encontraban en situación ilegal a pesar de que cumplían el requisito de los años mínimos de residencia y, lo que ha provocado más emoción en el mundo de la emigración, ha promovido el reencuentro de los inmigrantes expulsados por Trump que fueron separados de los hijos nacidos en territorio estadounidense. En política exterior, Biden ha dado pasos significativos respecto a Israel e Irán, en el sentido contrario al impuesto por Trump.
Esta semana, las diferencias han sido muy significativas y de tipo interno. Mientras Trump demostró su animadversión por los estados de mayoría demócrata, como ocurrió cuando California fue devastada por incendios en varias ocasiones durante su mandato (ni visitó las zonas afectadas, ni quiso declarar el estado de desastre nacional),. Biden sin embargo, ante la situación que sufre Texas, uno de los estados republicanos por excelencia, ha declarado el estado de catástrofe a petición del gobernador, No le enviará tantos fondos como pedía, pero sí al menos ha demostrado sensibilidad hacia la situación provocada por una ola de frío polar que solo en Texas ha causado 50 muertos, con 14 millones de ciudadanos sin agua y más de cien mil sin energía eléctrica. Y ha prometido también una visita para conocer el alcance de la catástrofe.
A Biden y Trump les separa distinta manera de ejercer el mandato… y distinta sensibilidad en el trato a los ciudadanos, residan donde residan.
