entrevista

Borja Fernández: "La verdad es que no hay ninguna prueba que me incrimine en todo esto"

Borja Fernández, en Valladolid (EL NORTE DE CASTILLA).
photo_camera Borja Fernández, en Valladolid (EL NORTE DE CASTILLA).

"Que haya salido en libertad desgraciadamente no vende y prefieren decir otras cosas", explica el exfutbolista a La Región

El 18 de mayo colgaba las botas y dejaba un deporte que ha sido su profesión desde que se marchaba de Ourense y fichaba por el Real Madrid con 15 años. Diez días después agentes de la Policía Judicial procedían al registro de su domicilio y a la detención de Borja Fernández (Ourense, 1981), por su supuesta implicación en el amaño de un partido. El último de su carrera. El inicio de una pesadilla.

Timbran en su casa, es la policía. ¿Qué pasa en un momento así?

Pensé que la había pasado algo a mi mujer, que estaba de viaje trabajando en Milán. Lo que tardé en ponerme un pantalón corto y una camiseta la policía ya estaba en la puerta de mi habitación, y ya me di cuenta de que eso no era, que era otra cosa. Hasta los 10 o 15 minutos que me enseñaron un papel y me dijeron por qué me detenían no comprendía nada.

Se lo llevan esposado.

A mi familia le daba mucho miedo enseñarme esa imagen que se vio en televisión. No la había visto y cuando me la enseñó mi mujer no me afectó tanto. Lo que me ha dolido es que no pueda hacer ahora mi vida con normalidad. Que no pueda trabajar en lo que precisamente iba a empezar esta mañana (por ayer), y eso sí duele. Esa imagen es una parte más del proceso que lógicamente me hubiese gustado evitar, pero ya está. Los policías de aquí, de Valladolid, lo intentaron, pero la gente que vino desde Madrid no fue tan comprensiva y me tocó pasar por ello. También fue algo muy feo que estuviese la prensa debajo de mi casa, que la hubiesen avisado. Al final son muchas cosas las que han pasado y no entiendo muy bien el porqué.

¿Por qué lo detienen?

No sé exactamente qué habrán hecho o qué tendrán contra la demás gente que ha estado detenida, pero lo cierto es que a mí me detienen por tomarme un café con Raúl Bravo. Estaba en el lugar y en el momento equivocado. Tengo dispositivos en los coches, tengo el teléfono pinchado, revisan mi casa y no encuentran nada de nada ni ven nada sospechoso. Que se monte todo esto sin tener ninguna prueba de nada da mucho que pensar y pierdes un poco la fe en una policía que no se ha parado a pensar en ningún momento que igual era inocente y que estaba pagando el pato.

Se ha dicho que era más que un café, que era una reunión para pactar un amaño de un partido.

Decían que era una reunión secreta y resulta que estaban mi mujer y mi hija. Al final ves que no ha habido un buen trabajo policial ahí y que no hay por dónde cogerlo. Interpretan que Raúl Bravo viene a manipular un partido, pero no tienen casi ni referencias. No saben ni dónde había sido. Lo saben porque se lo digo yo. Le digo dónde ha sido, cuándo y quién estaba delante. Mi mujer y mi hija están presentes en el café que me tomo con Raúl Bravo. Mi mujer y yo nos vamos juntos del restaurante y también está en la barbacoa, porque la organizan ellas. No me hace falta explicarle mucho a mi mujer.

¿La barbacoa en la que se ha dicho que se repartieron el dinero del amaño?

La barbacoa es todavía más gracioso. Si esa palabra vale para algo así. Es una comida que preparan las mujeres porque tenemos un grupo muy bueno. Como estamos a final de temporada vuelven a organizar una. Estábamos amigos, familiares y mucha gente ahí. Uno de los puntos fuertes de la policía dicen que es la barbacoa y hay una transcripción en la que llamo a mi hija y le digo que tenemos una barbacoa y que voy a pasar a recogerla. Ella me dice que prefiere no ir ese día y yo le digo que voy a llevarla. No parece el escenario más normal para arreglar un partido o para repartirse dinero, como decía la policía.

¿Qué piensa cuando lee, escucha o ve lo que le atribuyen?

Estaba deseando que se abriese el secreto de sumario. No quería salir a desmentir cada dos por tres todo lo que estaba saliendo. Estaba deseando decir que realmente no hay ninguna prueba que me incrimine en esto. La policía se ha hecho su película y ahora se ve que está todo muy cogido con pinzas. Al final hace más ruido el sensacionalismo que la presunción de inocencia. Que haya salido en libertad desgraciadamente no vende y prefieren decir otras cosas que hacen mucho daño y que manchan mucho a una persona.

¿Qué es lo que más le ha dolido?

En La Sexta hubo constantemente durante tres días una imagen mía en la que perdía un balón y me ponían incluso un circulito. Resulta que ese jugador no era yo y que yo estoy 30 metros por detrás de la esa jugada. Después de estar tres días machacando con eso y siendo un error muy grave lo rectificar con un video de cinco segundos. Igual pueden pensar que con eso ya mitigan todo el daño y el dolor que han hecho en contra mía. Me han puesto de cabecilla de la trama. El video de La Sexta me ha dolido mucho. El Mundo, que ha dicho que el Valladolid estaba comprado es muy feo y también que vean que no hay pruebas y ni den marcha atrás ni miren hacia otro lado, siguen insistiendo en contra mía y de mi club. Todo lo que ha hecho El Chiringuito o Jugones, poniendo mi cara con flechas como si fuera el líder de la trama. A lo mejor hay que pensar menos en el morbo y un poco más en las personas.

¿Y ahora?

Cuando se abra el sumario por completo el fiscal tendrá que ver cada caso y nosotros lo que esperamos es que me declaren directamente inocente.

¿Cuánto puede tardar?

No tengo ni idea. Pueden ser dos semanas, una semana, un mes... No lo sé. Como se ve, no hay ninguna prueba contra mí, y que por culpa de esto no pueda seguir con mi vida normal y realizar mi trabajo sería muy injusto.

Relaciones institucionales del Valladolid y enlace con la plantilla. ¿Ese trabajo, verdad?

Sí. Necesitamos que se resuelvan las cosas rápido. El Valladolid no puede parar y me pueden esperar un tiempo, pero lógicamente si esto no se resuelve rápido, tendrán que buscar a otra persona.

¿Qué le han dicho en el club?

Antes de que se abriese el secreto de sumario ya están completamente seguros de mi inocencia, y ahora mucho más.

Ojalá haya pasado lo peor.

Cada vez estoy mejor. La rabia que tengo dentro y la ansiedad porque acabe todo sigue ahí, pero voy a mejor. Pasé muy mala mañana cuando vinieron a detenerme y también en el calabozo, pero poco a poco me he ido tranquilizando porque sabía que no podía haber nada en mi contra. Cuando he leído algo en algún periódico que estaba difamando también lo he pasado mal, pero poco a poco voy recuperando mi vida. Vuelvo a hacer algo de deporte y salgo a tomar algo con mi mujer,con mis amigos.

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