Opinión

De la butifarrada "indepe" y la izquierda pija

Han agotado mi paciencia. Confieso que debo inyectarme valeriana en vena para seguir soportando las arengas de Puigdemont y su pandilla. Me resulta cada día más difícil ver a este badulaque clamando contra alucinantes golpes de estado o imaginarios “abusos de una democracia fallida”, desde el púlpito que le proporciona la libertad garantizada por esa misma democracia de la que él sólo ha disfrutado. Pero es para mí mucho más insoportable la insolvencia intelectual de la “nueva” izquierda adanista, pija y acomodada, connivente con la butifarrada “indepe” en su irresponsable banalización del fascismo y del franquismo.

Paco Frutos denunció en Barcelona a “la izquierda cómplice que baila el agua al nacionalismo”. Lo denuncia, aún más firme, Justiniano Martínez: “No me hablen de libertades quienes sólo las han disfrutado… no me hablen de huelgas quienes secundan las convocadas por patrones y gobiernos, ni de cajas de resistencia quienes hacen huchas para los responsables del ‘tres per cent’… estos miserables que me llaman fascista insultan la memoria de nuestros muertos, porque el fascismo mata y el franquismo mataba”.

Pero si no lo hubieran dicho estos dos históricos dirigentes comunistas, un mínimo muestreo de la historia reciente me evita explicar este artículo.

1962. Franco decreta el estado de excepción en Asturias, Vizcaya y Guipúzcoa. Queda restringida la circulación de personas -de fugarse a Bélgica ni hablamos-, se autorizan la detención, el extrañamiento de sospechosos y el registro de domicilios, se implanta la censura previa en todas las actividades y se emplazan puestos armados de vigilancia (los estados de excepción se sucedieron durante el régimen).

20 de abril de 1963: El dirigente comunista Julián Grimau, fusilado en Madrid.

1970. Proceso de Burgos. Seis dirigentes políticos condenados a muerte, y otros nueve a penas de entre 70 y 12 años de prisión.

1972. Proceso 1.001. Condenada la dirección de Comisiones Obreras: Marcelino Camacho, 20 años; Nicolás Sartorius, 19; Miguel Ángel Zamora Antón, 12; Pedro Santiesteban, 12; Eduardo Saborido, 20; Francisco García Salve, 19; Luis Fernández, 12; Francisco Acosta, 12; Juan Muñiz Zapico 18; Fernando Soto Martín, 17.

2 de marzo de 1974. El dirigente antifascista Salvador Puig Antich, ejecutado en Barcelona.

27 de marzo de 1975. José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz, fusilados en Madrid. Ángel Otaegui, fusilado en Burgos. Juan Paredes Manot, fusilado en Barcelona.

24 de enero de 1977. La extrema derecha asesina a cinco abogados laboralistas en su despacho de Atocha, Madrid. 

Por grande e interesada que sea la desmemoria, de eso no hace tanto. De modo que la pregunta es obvia: ¿De qué estado de excepción hablan el independentismo butifarrero y la izquierda pija? ¿Cómo os atrevéis a ofender nuestra inteligencia hablando de franquismo y presos políticos, mentecatos deslenguados?

A partir de hoy seguramente pasaré a engrosar vuestra nómina tuitera de “fachas”. Como Serrat. Como Joan Marsé. Bueno, no es mala compañía. Y, en cualquier caso, confieso que vuestros delirios empiezan a importarme un carallo.

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