Urbanismo

Calles, aceras y parques “se caen a pedazos" tras una pírrica inversión

Estado del cruce de las calles Canle y Juan de la Cova Gómez, con el firme totalmente destrozado, generando baches y socavones. (Foto: Martiño Pinal)
photo_camera Estado del cruce de las calles Canle y Juan de la Cova Gómez, con el firme totalmente destrozado, generando baches y socavones. (Foto: Martiño Pinal)
El actual gobierno local sigue la línea del mandato anterior, en el que el gasto en mantenimiento apenas superó los 3,5 millones

La escasa atención prestada por el Concello de Ourense al mantenimiento y arreglo de vías públicas, parques, perímetro rural o zonas verdes tiene como consecuencia una ciudad que "se cae a pedazos", lastrada por la nula capacidad inversora con fondos propios demostrada en el pasado mandato municipal, y que el actual gobierno local que conforman DO y PP no ha sido capaz de combatir, a la espera de ver si la próxima aprobación definitiva de los presupuestos de 2020 supone un punto de inflexión a una situación que desespera a vecinos, vayan a pie o en su vehículo.

Según los datos colgados por el Concello en su portal económico, la ejecución presupuestaria de las partidas destinadas a mantenimiento o conservación de vías públicas, perímetro rural o zonas verdes apenas supera los 3,5 millones en el último lustro, con una inversión hasta septiembre de 2019 (aún no se ha cerrado la liquidación de todo el ejercicio) que no llega a los 182.000 euros.

Lo sucedido el año pasado ejemplifica a la perfección lo sucedido durante los últimos ejercicios en la ciudad de Ourense, con un plan de obras en el que se incluían hasta 27 actuaciones que sumaban un importe de casi 11 millones. El gobierno liderado por Gonzalo Pérez Jácome apenas fue capaz de sacar a concurso la mejora de accesibilidad y reforma de la rúa Arias Páez y su entorno, en el barrio de A Milagrosa, al que se destinarán algo más de 213.000 euros.

La relación de inversiones que se conveniaron con la Diputación para poder ejecutarlas también en 2020 y que quedaron en el tintero es suficientemente amplia para demostrar las muchas necesidades existentes en Ourense, ya que hasta 21 barrios esperaban por mejoras. Roi Páez (A Milagrosa), Júpiter (Covadonga), Miradoiro (Ceboliño), Salto do Can y Carballo (Rabo de Galo), Baixada á Igrexa e Camiño das Fontes (Santa Mariña), Vía Vella (O Pino), Eirasvedras, Ribeira de Canedo (A Ponte), Sol, Boa Vista (Eiroás), Camiño da Pedreira (Seixalbo), Vázquez Núñez (Carballeira), Marquesa (Rairo), Bedoya (centro), Pardo de Cela (Remedios) o Saínza y Ramón Puga (Mariñamansa) son solo algunos de los ejemplos que siguen a la espera.

La propia memoria de Alcaldía incluida en los presupuestos de 2020 recoge la necesidad de poner en marcha un plan específico de mantenimiento de las vías públicas de Ourense, estimándose una cantidad mínima anual de 600.000 euros, actuaciones que sin embargo todavía deberán esperar para ejecutarse al requerir una licitación y posterior adjudicación.

Buena parte de los deberes que tiene el Concello por delante se concentran en calles con firme adoquinado, cuya falta de mantenimiento supone un auténtico quebradero de cabeza para los conductores. Tras el arreglo de Concejo en 2017, están en esta situación vías como Valle Inclán, Parada Justel, Bonhome o Manuel Pereira.

Con el estado de las aceras, más de lo mismo, como atestiguan las diferentes juntas de gobierno, con periódicos estudios de recursos por caídas en la vía pública. Un auténtico desaguisado al que urge, cada vez más, poner freno.

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