Un vecino del concello hace sonar las campanas a las 20:00 horas cada día, en un homenaje a los sanitarios que trabajan cada jornada para acabar con el coronavirus
Antonio, un vecino de Nogueira de Ramuín, no falta a su cita diaria con las campanas de la iglesia del pueblo desde que comenzó el estado de alarma. Cada jornada sube a lo alto del campanario y hace repicar el metal con fuerza como agradecimiento al trabajo de los sanitarios y como método para ahuyentar a la pandemia.