Opinión

Carta abierta a San Judas Tadeo

Según los Evangelios San Judas Tadeo fue uno de los doce apóstoles de Jesús de Nazaret. Se le suele llamar Tadeo, a secas, para no confundirlo con Judas Iscariote, el traidor que lo entregó. Judas Tadeo está considerado como el patrón de los casos difíciles, sumamente desesperados o imposibles. De hecho existe una oración popular por la que se ruega a Tadeo que venga en socorro de quien lo invoca. Viendo lo que pasa actualmente en nuestro Concello de Ourense, en el que sólo se habla de delirios, traiciones y desgobierno, no estaría de más que todos rogásemos a Tadeo que socorra y ayude a nuestros representantes para conseguir una solución que permita a Ourense salir de esta.

La situación que estamos viviendo me recuerda la historia que se narra en la novela “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de La Mancha”, en la que su protagonista confundía la realidad con sus delirios. 

Se dice en el Quijote que uno de los objetivos del loco caballero andante, subido en su caballo Rocinante, era “desfacer agravios, enderezar entuertos y proteger doncellas”, cosa que, como se sabe, no logró, teniendo que retirarse de la caballería andante y volver a su casa. Es decir, don Quijote hizo del dicho “sostenella y no enmendalla” el lema de su vida, hasta que la realidad se impuso. En Ourense no existen gigantes imposibles de vencer, sino molinos que sólo hay que poner en funcionamiento para hacer panes. Pero eso sí, para que Ourense funcione lo que hace falta es trabajar por nuestra ciudad. En mi opinión, el que no esté dispuesto a hacerlo tiene que imitar a don Quijote, abandonar la caballería andante y retirarse a su casa. Como esto es muy probable que no ocurra, no me queda más remedio que pedirle a San Judas Tadeo que haga uso de su privilegio especial y socorra a Ourense en sus tribulaciones, necesidades y sufrimientos, dotándonos de unos lideres sensatos y capaces. 

Viendo estos espectáculos uno duda de la eficacia que tiene votar porque parece claro que, solo con los votos, los ourensanos no conseguimos solucionar el problema. Así que lo que nos queda es acogernos a la generosidad y sabiduría del apóstol de los casos imposibles. Puede que este sea un caso muy enrevesado para Tadeo, tal vez el más difícil al que se ha enfrentado, pero estoy convencido que si todos los ourensanos se lo pedimos, con ahínco e ilusión, lo conseguirá. Eso sí, si lo logra habrá que dedicarle una plaza, tomarse unas cañas a su salud y rezarle una oración en agradecimiento. No hay que perder la esperanza, estamos en manos de San Judas Tadeo, el patrón de los casos imposibles y desesperados.

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