Ribadavia, O Barco o el claustro barroco de Celanova fueron algunos de los puntos que durante la jornada de este lunes acogieron sus respectivos magostos, con una buena provisión de castañas, chorizos o vino.
El tradicional magosto ribadaviense contó con una convocatoria abierta a todos los vecinos, que se reunieron en torno a la hoguera preparada para asar las castañas. Organizado por el Concello de Ribadavia hubo música amenizando la tarde noche, contando con Cé Orquestra Pantasma y las Pandereteiras da Istoria. El menú consistió en chorizos, castañas, pan, bica, vino, agua y licor café.
Ribadavia ya tiene por tradición la organización del magosto coincidiendo con la festividad de San Martiño y el concello invita a todos los vecinos a degustar los productos típicos en una jornada en la que tampoco faltó el acompañamiento musical.
Por otra parte, en Carballiño, los establecimientos de hostelería Aldara y Caserío se juntaron este lunes para organizar un magosto conjunto, que tuvo lugar en pleno centro de la villa, en el entorno de la Praza Maior. Así, ambos hosteleros asaron chorizos, panceta y castañas en el exterior de sus cafeterías, además de regar estos productos con vino. Hasta allí se acercaron muchas personas a celebrar el San Martiño con este magosto urbano.
El instituto Celso Emilio Ferreiro de Celanova celebró también este lunes por la tarde su popular magosto, entre las 16,00 y las 18,00 horas. Durante toda la tarde las aproximadamente 320 personas, entre profesores y alumnos, disfrutaron de una jornada amenizada por la charanga del instituto, que pusieron ritmo musical con actuaciones de la sección de música tradicional y de la sección de banda. En el evento no faltaron los chorizos y las castañas. Además, los alumnos de Formación Profesional básica ayudaron a los profesores en el reparto de las bebidas que completaban el menú. Se asaron aproximadamente 20 kilos de chorizos y 40 kilos de castañas y en la jornada no faltaron las risas y los juegos de los más pequeños.
En O Barco, fue la Praza Otero Pedrayo la que acogió el magosto popular, en el que se repartieron 800 kilos de castañas, acompañadas de vino mencía.
