Mientras en el restaurante del que hablamos en esta página se prepara la carne de un buey criado en A Peroxa, en las lonjas de toda la costa atlántica gallega, desde Estaca de Bares hasta A Guarda, ha comenzado la campaña del buey de 2019/2020. Su presencia es ahora tan escasa, que ha pasado prácticamente inadvertida y ha quedado totalmente ensombrecida por el protagonismo del rey de los grandes crustáceos gallegos: la centolla. Y no es para menos, pues más de novecientas embarcaciones salieron en la madrugada del pasado lunes, 11 de noviembre, para colocar sus aparejos que horas más tarde recogían con la primera faena de esta campaña. Se estima que en el primer día de lonja se descargaron alrededor de diez mil kilos de centolla.
El mar agitado resulta especialmente propicio para su pesca, si bien con estos temporales se hace prácticamente imposible salir a faenar. Las primeras subastas auguran una buena temporada, en cantidad, calidad y precio. Aunque en esto del precio, dependerá de quién lo diga. Alrededor de 20 euros fue el precio máximo de salida y de 7 a 9 euros el mínimo. La lonja de O Grove, como es ya tradición, fue la que más centolla puso sobre las mesas de subasta, unos cinco mil kilos. Cambados Bueu, Cangas, le siguieron.
