El arquitecto ourensano Javier Suances Matías heredó el oficio de su padre, Javier Suances Pereiro, toda una autoridad en Ourense. El hijo apunta a la preocupación común de los espacios públicos y el diseño, pero la diversidad de criterio enriqueció siempre los proyectos en los que trabajaron juntos (uno reconocido es la reforma del edificio Simeón, actual centro cultural Marcos Valcárcel). Para Javier Suances Matías, la arquitectura tiene ese "plus" de arte que va más allá de la mera construcción. Una de sus últimas obras, el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias 112 en A Estrada, acaba de recibir el Trofeo Golden Gypsum, en la categoría del sector no residencial. El proyecto se impuso a uno de los favoritos, el edificio barcelonés "Ciutat de L´Aigua", diseñado por el japonés Arata Isozaki (Premio Pritzker 2019). Suances representará a España y Portugal en el Trofeo Internacional Saint-Gobain Gypsum que se celebrará en abril en Atenas y al que concurrirán 450 diseños de 37 países.
El secreto, en el interior
El trofeo premia la innovación constructiva y la creatividad en proyectos arquitectónicos desarrollados en España y Portugal que utilizan sistemas constructivos en base yeso. El edificio de Suances guarda su mejor secreto en el interior: "La flor de la Esperanza". El hall de entrada es un complejo diseño geométrico que recuerda a esta flor y cuyo reto ha sido abordado por la empresa gallega Más Espacio 2010. "Es una alegoría a la gente que trabaja en el 112, son una esperanza para quien está en una emergencia", explica el arquitecto.
Javier Suances Matías es el responsable del área de Arquitectura de la promotora gallega Avantespacia, después de años de trabajo fuera de España. "Este país vuelve a coger impulso en la arquitectura. Fuera está bien valorada por los conocimientos y la formación que tenemos los arquitectos".
La concepción de la arquitectura para Suances es "no solo la funcionalidad, sino el diseño y la fortaleza. Y la economía, lógicamente. La mano del artista está para lograr ese equilibrio y salgan cosas interesantes arquitectónicamente".
Y el arte necesita quién la valore. "La sociedad y la educación es fundamental. Cuanto más formada esté la gente, más criterio va a requerir a los arquitectos".
¿Qué falta en la ciudad?
Para acabar, Ourense. "Hasta ahora carece de diseño de ciudad. Le ha pasado a muchas ciudades. Quizás de lo que más carecía es de la relación de edificación y espacios verdes, dotacionales y de esparcimiento. Menos mal que se ha conseguido en la zona de las riberas del río Miño y el Barbaña, pero creo que esto aún necesita un plus de calidad. Puede ser un elemento vertebrador, falta un salto de calidad y dar un empaque a una ciudad que tiene un entorno espectacular".
