A LIMIA

Chamusiños presume de centenaria

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photo_camera Asunción Rodríguez -cuarta por la derecha- acompañada de sus familiares en Chamusiños.

Asunción Rodríguez nació en 1913 y es la vecina más longeva del ayuntamiento de Trasmiras. Acaba de cumplir 106 años a ritmo de "gaiteiros" y rodeada de sus cinco hijos, sus 12 nietos y sus 18 bisnietos.

Asunción es una princesa. El título se lo han puesto sus cinco hijos, 12 nietos y 18 bisnietos. Sin embargo, esta vecina de Chamusiños (Trasmiras), nacida el 30 de abril de 1913, es especialmente importante para una persona: Benito. El hijo más pequeño de Asunción, con quien vive, es el verdadero motor de una centenaria a la que no le faltaron los "gaiteiros" y una gran fiesta por todo lo alto para soplar las 106 velas. Tampoco su familia de Jordania quiso perderse el evento -su hija Encarnación se casó en Alemania con un jordano- , y estos días disfrutan todos juntos de las vivencias y las anécdotas de la mujer más longeva de Trasmiras.

Asunción acaba de levantarse para protagonizar este reportaje. Sale a la calle acompañada de Encarnación y de Benito. También de su nuera María y de una de sus nietas políticas, Estrella. Cuentan que estos días camina un poco peor, tras haber tenido una pequeña caída, pero que lo normal es que Asunción se valga por sí misma. Conoce a todos sus familiares y tan sólo toma dos pastillas diarias. En 106 años apenas ha tenido que pisar el hospital. "Con 100 anos rompeu a cadera, pero recuperouse nun 'plis plás' grazas, sobre todo, aos coidados do Benito", cuenta Estrella."A outra vez foi da vesícula, pero nada. Os médicos quedaron asombrados de que unha muller da súa idade non tivera historial ningún", apunta Benito. "Eu fágolle a comida pero ela levántase, báñase, encende a televisión... Todo o fai sola", añade.

Cuando se le pregunta por el número de años que tiene, Asunción responde rotunda, pero entre risas: "¡Moitos!". También se le pregunta por su secreto. "¿Como fago, dis? Pois andiven moito no monte. Traballei na casa e en todas partes", reconoce Asunción, que cada día es capaz de bajar las 20 escaleras que hay en su casa. Todavía luce el pelo largo, peinado con una trenza y presume coqueta de sus pendientes, comprados en Jordania. "Fun alá. Unhas trouxeron cadenas, outras pendientes, pero como os meus, ningúns", dice.

La centenaria ama a los animales, y toda su vida -salvo dos años que vivió en Alemania- se la pasó en Chamusiños trabajando en el campo. "Bebe medio vasiño de viño todos os días, e come moi ben", dice su nuera María, quien recuerda una de las anécdotas más divertidas. "Non ten dentes porque cando foi a Xinzo a poñelos o dentista díxolle que lle tiña que sacar primeiro os que lle quedaban", recuerda. "Ela indignouse e marchou dicindo que iba a poñer os dentes, ¡non a quitalos!", ríe.

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