Opinión

El CIS cierra debates

Las encuestas firmadas por el CIS que dirige el catedrático emérito de universidad a distancia José Félix Tezanos, tienen la rara habilidad de no contentar a nadie y menos aún, a los ciudadanos a los que van dirigidos los estudios. Hace tiempo que el CIS ha perdido por completo la titubeante credibilidad con la que contaba antes de la moción de censura –ya de por sí erosionada por su manía manipuladora- porque lo de ahora suena a pachanga. Y suena, como consecuencia de la desconfianza que generan hoy unos resultados que pregonan el triunfo de los que ostentan el Gobierno con una ventaja tan suficiente con los representantes de la oposición como para comprender que la suerte está echada antes incluso de colocar las urnas. 

Sin embargo, ni siquiera el meridiano partidismo de Tezanos y su equipo, capaz de lesionar el CIS con carácter casi irreversible, ha sido capaz de disimular la tendencia que se abre paso en cada oleada. La caótica gestión de la pandemia y los escenarios cada vez más desconcertantes en los que se maneja el gobierno y sus socios, ha ido socavando una ventaja que sigue siendo clara pero que era mucho más concluyente hace algunas semanas, hasta tal punto de que los autores del formulario que se propone en los muestreos han decidido borrar la pregunta que se refería precisamente a la opinión sobre esa gestión gubernamental del covid 19 antes de que siguiera lastrando las cifras favorables. De hecho, el único tema que permanece es el que solicita opinión sobre qué administración debe hacerse cargo de manejar la pandemia. La mayor parte de los encuestados opinan que lo ideal es que se afrontara a medias y en franca colaboración unas con otras. Desgraciadamente, y en especial en Madrid, no se está dando el caso.

El PSOE obtiene en este último informe hecho público por el CIS, el peor resultado desde la consolidación de la moción de censura (30,8). También cosecha la peor nota Unidas Podemos, (11,7), y Ciudadanos que se desploma (8,8), mientras crecen el PP con carácter leve, al que se le concede un 18,9, y Vox, que vuelve a subir ligeramente hasta un 12,5. A pesar de esta pérdida de favor social, los socialistas vencerían hoy con desahogo, pero Tezanos sabe que no conviene pisar el rabo del león mientras duerme la siesta. Por eso, cuantos menos motivos de enfado proponga su equipo, menos posibilidades tiene el administrado para quejarse. Por si acaso.

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