Opinión

El COB, Guardiola y los zapatos nuevos

El sentimiento y el amor por los colores no se dis- cuten, pero lo cierto es que cuando un equipo no funciona, el aficionado no escudriña con tanta intensidad el calendario como en los buenos momentos. En la época de Guardiola, los barcelonistas espérabamos cada duelo como si fuera nuestro cumpleaños. Nos sabíamos de memoria los goles, los cortes de pelo de Messi, el color de piel de Iniesta y los próximos encuentros, sabedores de todo lo bueno que esperaba a la vuelta de la esquina. No creo que sucediese lo mismo en los últimos años entre la parroquia cobista, acostumbrada a torcer el gesto, meter las manos en los bolsillos e intentar no echar un vistazo a la puñetera clasificación.

Cuánto han cambiado las cosas. En el Camp Nou hace mucho tiempo que ya no luce un sol que, en cambio, aparece con fuerza en As Burgas, en el año en el que los ourensanos han vuelto a descubrir dónde está situada en el periódico la tabla clasificatoria. Y el calendario. Porque cuando tu equipo juega bien, lo verías todos los días. La misma sensación que uno tenía de pequeño, cuando te compraban unas botas Gorila y querías salir de la tienda con ellas puestas. No te las sacabas en toda la semana, porque querías enseñárselas a todos. Estos días, en Ourense, los zapatos nuevos inundan la ciudad. 

Te puede interesar