PASÓ LO QUE PASÓ

Como una caravana de mujeres

El tren también puede ayudar a involucionar, como se está viendo en las villas de la provincia. Iremos del AVE a la diligencia y de ahí a la caravana de mujeres, como la que pedían en la montaña aragonesa. 

Un argumento tantas veces visto

Adif y Renfe nos abocan a vivir condicionados por el síndrome del último tren. Alguien ha construido el argumento de que el AVE, y no nuestro talento y capacidad, nos sacará de pobres, de ser el furgón de cola, nunca mejor dicho. Pero nos estamos quedando en el andén, y perdón por el nuevo lugar común. Un flanco del debate sostiene lo de los nuevos retrasos en las obras hasta el 2022. Por el otro, que la estación no solo no es digna sino que es humillante. De paso, la mala gestión de los operadores ferroviarios facilita fotos de fantasmagóricas estaciones sin gente y mantienen rodando un material obsoleto. Ya solo faltaba la niebla simulando Mordor para que la composición fuese más tétrica. Tratamos con el tren de retomar nuestra esencia social y nuestra dignidad como Buster Keaton en El Maquinista de la General, que intentaba recuperar a su locomotora y a su novia, ambas secuestradas. Pero en Ourense hay empeño en seguir bajando escalones, ahora para viajar en La Diligencia, con el médico borracho, la esposa de un teniente, una prostituta, un banquero sin escrúpulos, un soldado convertido en pistolero y un traficante de alcohol. Juntos, custodiados por John Wayne, atravesamos el territorio apache del desarrollo. Pero la despoblación se sigue cruzando en nuestro destino y la alternativa, a este paso, será la de Caravana de Mujeres, un conjunto de féminas captadas por un ganadero para llevarlas de Chicago a California para satisfacción de sus machos y, si cabe, para colonizar territorios vía procreación. Aquel argumento alimentó hace más de 30 años la ilusión del pueblo aragonés de Plan que, tras ver la película en la tele, creyó haber encontrado la solución contra la despoblación. "Se necesitan mujeres de entre 20 y 40 años con fines matrimoniales para pueblo del Pirineo Aragonés", decía el anuncio insertado en la prensa. La zona sigue hoy desértica, camino al que vamos a la velocidad inversa del relato: pasaremos de la diligencia al AVE. Adif y Renfe también se han conjurado para ello.

Progresista, la palabra del año

Los "emojis" ha sido la palabra del año 2019 en España y salvo cataclismo la de este 2020 debería ser "progresista". Dice Pedro Sánchez que "no hay nada más progresista que dialogar". A coro subraya Carmen Calvo que "lo más progresista es cumplir las normas". Ya, embalado, Pablo Iglesias se suma a la partitura diciendo que "este país necesitaba un gobierno profundamente progresista". Rufián, que pasaba por allí, también apostó que "cada vez que un progresista ha callado ante los insultos de la derecha un derecho se ha perdido". Por lo tanto el marchamo de la felicidad es la etiqueta "progresista". Si usted ha modulado el concepto no tiene nada que hacer, está en el bando equivocado. El progresismo se ha extendido a gran velocidad y recorre ya villas y ciudades. Lo hace a la velocidad del rayo, iluminando todo cuanto encuentra a su paso. En la urbe ourensana ahora lo más progresista es peatonalizar, pero también lo más progresista es ignorar los informes técnicos municipales en contra en otros ámbitos de la gestión local al grito de la ley soy yo. En esa corriente que nos invade lo progresista es peatonalizar la calle Concordia en modo improvisación y con opacidad. Lo más progresista es peatonalizar, insisto. Y, con la clarividencia con la que actúa el gobierno de Jácome, no sé cómo no empezaron peatonalizando la calle Progreso. Es lo más progresista que esta ciudad tiene. 

Una de candidatos para la biblioteca

Una norma no escrita aconseja bautizar los espacios públicos con nombres generalmente insignes, con méritos suficientes para que su memoria se perpetúe al menos en una placa. Hay una campaña bautismal en la web de este periódico que busca ayudar a las autoridades a elegir. Dice la estadística que el 40% de los vecinos de Ourense son socios de alguna de las bibliotecas de la ciudad. La cifra es para arquear las cejas, la verdad, pero vamos a darla por buena. Si tanto lector hay, es de esperar que en las diferentes terminales de la cultura encuentren candidatos que mejoren alguna de las propuestas que se barajan. 

Aquellos informes técnicos

Ahora que con la eventual contratación de dos pediatras la reapertura de los paritorios de Verín el caso entra en vías de solución (¿?), procede acordarse de los técnicos. Aquellos médicos que con sus informes defendieron el cierre. Sus argumentos eran dogmas para la Xunta hasta que la contestación social fue un clamor. Pronto se desnudó el gobierno gallego de aquellas opiniones dejando los profesionales a los pies de los caballos. Y en el olvido.



Como aquel viaje del rey a las Hurdes

En junio de 1922 el rey Alfonso XIII visitó Las Hurdes, ejemplo entonces de miseria, enfermedades y analfabetismo. Un breve documental dejó constancia de míseras condiciones de vida. El escritor Miguel Delibes llegó a decir que del citado rincón extremeño todo el mundo habla y pocos conoce, lo mismo que de la Biblia. Sin embargo, nadie ha podido evitar que colgase de Las Hurdes un  sambenito. Las imágenes que acompañan son de esta semana, de la estación de ferrocarril de Ribadavia, un ejemplo de involución e incuria. Como unas Hurdes en tono menor.



El portafotosEEE

Esta provincia debe mucho (las demás también, supongo) a los apellidos. Las empresas son amalgamas de personalidades diversas  que deben empujar en la misma dirección. De personalidades, sí, pero los proyectos casi siempre son nominativos. Emilio Pérez Nieto es el presidente de honor del grupo Pérez Rumbao. Desde la atalaya otea como la tupida red familiar ha sido capaz de atemperar los instintos primarios de las  ambiciones para llegar a la tercera generación. Más de mil personas trabajan en la compañía, que factura en torno a los 400 millones de euros. Pérez Nieto recibió esta semana el premio de Familia Emprendedora de Galicia. La empresa familiar, que representa el 92% del total de empresas, también vive su propia encrucijada. En una provincia como Ourense, cuyo progreso se insufló merced al soplo de un escaso pero fecundo número de apellidos, el riesgo de no trascender al creador de las empresas es evidente. Durante décadas tal o cual negocio o empresa aquí era la de los "fulano", "zutano" o "mengano". Traten de citar de memoria apellidos de familias empresarias que en la actualidad tengan asegurada su continuidad. Si se detienen, algo de Ourense se parará también. 

Te puede interesar