Movilidad

El Concello ya no da por “definitivo" el tráfico restringido en Concordia

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photo_camera Los coches en Concordia se reducirán a partir del próximo jueves. (FOTO: MIGUEL ÁNGEL)
Caride esperará a "evaluar os resultados" de la peatonalización, descartando la idea de Jácome de cambios en el Paseo

El Concello de Ourense activa la cuenta atrás para cerrar al tráfico libre la rúa Concordia, una semipeatonalización que se pondrá en marcha el próximo jueves, pero que el gobierno municipal ya no da por "definitivo", sino que ahora apunta a que será necesario evaluar los resultados de la medida "cos datos obxectivos", como explicó el concejal de Infraestructuras, Miguel Caride ayer tras la junta de gobierno, anunciando también que queda descartada la idea lanzada la pasada semana por el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, de modificar el acceso a los garajes y parking de la rúa do Paseo para hacerlo por el Parque de San Lázaro.

"Seguirá todo como ata agora, non se accederá dende San Lázaro e seguirá sendo de sentido único o Paseo para saír dos garaxes, non hai ningunha variación, todo vai ser exactamente igual", explicó Caride para zanjar el debate abierto por el regidor, que planteó la instalación de maceteros en la esquina entre Concordia y Paseo, enfrente de la sede del antiguo Banco de España; y otros en frente de los jardinillos del Padre Feijóo. Como estaba previsto, solo podrán acceder desde el jueves desde la praza de Alférez Provisional los residentes con garaje, los usuarios de los estacionamientos o los vehículos destinados a carga y descarga.

Conversaciones

De esta manera, tras reunirse con los responsables de los dos parkings de Concordia, Caride considera que "o peche desta rúa non debe ser traumático, xa que moito tráfico é de servicios, pero veremos os resultados con datos obxectivos. A idea é que sexa definitivo, como contempla o Plan de Mobilidade, pero se fora imposible, algo que non parece polos análises previos, habería alternativas". La previsión es mantener las actuales plazas en superficie de zona azul destinadas a carga y descarga, mientras que junto al cruce entre Ramón Cabanillas y Buenos Aires se habilitarán dos espacios para personas con movilidad reducida.

En el estudio de las consecuencias del cierre de Concordia , será determinante el plan de medición de aforos de tráfico que el Concello ha puesto en marcha recientemente, cuyos resultados se conocerán en un plazo de seis semanas. "É importante coñecer os datos, ver as incidencias e tomar medidas", añadió el concejal de Infraestructuras.


La obra, a la espera


Caride reconoce que la puesta en marcha de la peatonalización no resultará sencilla al efectuar la restricción de tráfico sin ninguna medida adicional, algo que ya sucedió con la peatonalización de Xocas y Cardenal Quevedo y que nunca terminó de convencer a la ciudadanía, que sigue sin ser consciente de estar en una zona sin preferencia para los vehículos.

"Estamos traballando coa Xunta (es la administración titular de la calle) para a obra, que consistirá en reparar o subsolo e a superficie, con plataforma única de pedra e rampas mecánicas", señaló el concejal de Infraestructuras, apuntando que el cambio de proyecto (en el anterior mandato la Xunta iba a remodelar por su cuenta el vial y ceder su titularidad) "suporá firmar un convenio para a cofinanciación" de la actuación, con más elementos.


Nada en firme con la ORA


Concordia se quedará, tras la peatonalización, sin las plazas de ORA, sistema que el alcalde ourensano se plantea suspender a partir de marzo, aunque su concejal Miguel Caride aseguró que no hay ningún estudio sobre el tema.

"É unha valoración persoal do alcalde, que fai propostas e logo vemos se é viable con informes. Non di que sexa oficial, é unha opinión do alcalde e haberá que preguntarlle a el", concluyó Caride. 


Las cámaras se licitarán con el presupuesto


Otra de las dificultades del cambio en Concordia pasará por el control de los vehículos y evitar el acceso de aquellos sin permiso, algo que en el futuro está previsto realizar con un sistema de videovigilancia con cámaras, que se extenderán también al Casco Vello en sustitución de los bolardos.

El edil Miguel Caride aseguró que el contrato, que incluye también el mantenimiento semafórico, está listo para salir a licitación y que solo depende de la aprobación de los presupuestos. Mientras, garantizó que "haberá operativos policiais" para controlar.

Otro expediente listo para contratarse es la reforma integral de la rúa Remedios, también pendiente de fondos. Caride dijo que esta obra, así como otras en el futuro, requerirán cierres prolongados. En la vía de O Couto, se hará por tramos, con plazos de tres meses por cada uno.


En estudio cambios en la carga y descarga


Las concejalías de Tráfico e Infraestructuras están estudiando cambios en la ordenanza que regula la carga y descarga, "xa que os horarios son excesivos", apuntó el edil Miguel Caride, que informó también que las modificaciones afectarán también a los pesos y tonelajes permitidos en las calles peatonales, "xa que en moitos casos se están ocasionando danos e non pode ser que reparemos algo e que haxa que arranxalo pouco tempo despois".

Sobre el descontrol que hay en la actualidad en varias calles peatonales por la presencia de vehículos, Caride lo atribuyó a las "dificultades coa plantilla da Policía Local", convencido de que la entrada en funcionamiento de las cámaras de vídeovigilancia supondrá un punto de inflexión. El concejal se muestra partidario también de sacar de nuevo el multamóvil a la calle.


El primer tramo de Paseo o el Puente Romano, iconos de la peatonalización


Allá por 1989, el gobierno socialista de Manuel Veiga Pombo se lanzó a por la primera peatonalización en la ciudad. Se suprimía el tráfico rodado en el primer tramo de Paseo, entre los jardinillos del Padre Feijóo y la calle entonces denominada Capitán Eloy, que más tarde se extendería. Aquella pionera peatonalización fue controvertida, tanto que un grupo de comerciantes llegó a intentar un sabotaje. Hoy, nadie discute lo entonces realizado. Es más, pocos años después, fueron los propios negocios de Santo Domingo los que pidieron sumarse, en una peatonalización que también se hizo en dos fases.

A finales de los 90, en 1998,  llegó otra  histórica peatonalización. El Puente Romano se cortó al tráfico por obras y ya no reabrió a los coches. En esa época, el gobierno de Manuel Cabezas inició una intensa labor peatonalizadora, dando más espacio a las personas y extendiendo la restricción al tráfico de Paseo a calles como Cruz Roja o Doutor Marañón. Después, en 2004, llegó el cierre total del Casco Vello con la ayuda de la Xunta, colocando bolardos y haciendo esta zona exclusiva para coches de residentes y repartidores. Al principio también contó con oposición vecinal. Esta peatonalización se llevó también a otras zonas, como el entorno del parque de San Lázaro... .

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