La afectada tuvo que ser atendida de una crisis de ansiedad por el temor que le producía el acusado
Gregorio P.N., de 70 años, aceptó este martes una condena por acoso -stalking- a menores de edad, quebrantando también una medida de alejamiento que tenía impuesta en las diligencias de otro procedimiento. En total, fue condenado en el Penal 1 a una pena de seis meses de prisión así como 18 meses multa, a razón de cuatro euros al día por el quebrantamiento de medida cautelar.
El Juzgado de Instrucción 3 le había prohibido acercarse a tres menores a menos de 500 metros a través de un auto que le fue notificado el 26 de septiembre de 2018.
El inculpado reconoció que en octubre se aproximó al Instituto Otero Pedrayo, en donde estudiaba una de las perjudicadas, a la que se quedó mirando de forma reiterada. Cuatro días después, la volvió a seguir y la afectada para que la creyesen le sacó unas fotos. Puesto en conocimiento de la Policía Nacional, los agentes comprobaron que el inculpado la siguió por la calle Sierra Martiñá. La afectada incluso tuvo que ser atendida de una crisis de ansiedad -dolores en el pecho y dificultades para respirar- por una ambulancia por el temor que le producía el acusado.
Pero también se aproximó a otra de las menores, a su domicilio en la carretera de A Granxa.
