Opinión

Conejos y hurones

Un diputado de nuestro admirable sistema político y parlamentario ha afirmado recientemente en un programa de televisión, muy seguro de sí mismo, que los hijos de madres solteras son conejos. 

A mí me gustan mucho los conejos, son animales graciosos y simpáticos. No hay más que verlos rillando afanosamente una zanahoria. Piensen en Bugs Bunny por ejemplo: ¿Qué hay de nuevo, viejo? 

Cuando yo era niño mi padre tuvo una granja de conejos en Tabagón (O Rosal). Creo que por eso yo solo siento ternura por los conejos, unos animales cariñosos, peluditos y acariciables, aunque al final me los coma, claro. Contradicciones que tenemos los humanos, yo qué sé.

Ignoro las misteriosas razones que han llevado a dicho político a concluir que los hijos de madres solteras son mamíferos lagomorfos y los de madres casadas no. No voy a decir a qué partido pertenece ese supuesto científico porque todos ustedes saben cual es y yo estoy harto de citarlo constantemente, pero sí quiero señalar algo. No siendo yo zoólogo, ni biólogo, ni veterinario aunque me gustan mucho los animales, me he dado cuenta de una cosa, los hijos tanto de ese señor que no sé si los tiene, como los de sus colegas de partido, son todos hurones. Lógico: los hurones tienen hijos hurones.

Bueno, la verdad es que el hurón también es un animal simpático donde los haya como el conejo. Eso sí, es muy nervioso, es un poco histérico y tiene que olfatearlo todo a toda mecha. Hace unos años vi por la calle del Paseo de Ourense a un chaval que llevaba un hurón como mascota, con una correa y bastantes dificultades para controlarlo, porque el hurón parecía haberse metido una sobredosis de coca y estar empeñado en bailar la yenka todo el rato: izquierda, derecha, izquierda, derecha, adelante, atrás, un, dos, tres, y vuelta a empezar. Los conejos en cambio son más reposados.

Como saben mis lectores, a pesar de haber sido yo durante años también muy lector y haber reunido con el tiempo una buena biblioteca, últimamente me alimento casi exclusivamente de la Wiki, como un conejo. Pues consultando esta que es mi dieta habitual he descubierto que ¡sorpresa! el nombre científico del hurón es Putorius furo, que viene a significar en latín a) que huele mal y b) que es un ladrón. No sé si esto le da alguna pista al mentado diputado de por donde voy. Sospecho que no. Mejor... que siga con la zanahoria.

El hurón es un animal doméstico desde la antigua Roma. Es muy útil en una casa porque mata ratones y otras alimañas, pero no es como un perro que se adapta a nuestras costumbres y respeta las normas. Es independiente. Como un gato pero en peor. Lo consentimos sí, pero él hace lo que le da la gana. Vamos, igual que ese partido político de hurones.

Como suele decir mi hermana, una expresión que nunca he entendido bien: ¡Qué locura conejil!

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