Las constantes protestas contra los recortes provocan que el cordón de seguridad permanezca

El Congreso, un año rodeado de vallas y con blindaje policial

Imagen del acceso al Congreso por la Carrera de San Jerónimo cerrado por la policía. (Foto: ARCHIVO)
El Congreso de los Diputados cumplió ayer un año rodeado de vallas y blindado por policías antidisturbios que custodian día y noche sus accesos, después de que el 13 de julio de 2012 cientos de manifestantes se concentraran ante sus puertas en protesta por los recortes aprobados en esas fechas por el Gobierno.
Aquella noche, efectivos de la policía establecieron un fuerte cordón de seguridad para impedir que los manifestantes llegaran a la sede del poder legislativo gritando lemas como 'No hay pan para tanto chorizo' o 'Esta democracia es una falacia'. Un dispositivo de seguridad que todavía hoy permanece, aunque mucho más relajado, pero que la policía refuerza de forma ostensible cada vez que se prevén manifestaciones o protestas cerca del Congreso.

Desde entonces, agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) montan guardia en las calles de acceso a la Carrera de San Jerónimo y varias furgonetas de esta misma unidad permanecen aparcadas las 24 horas en la plaza de las Cortes y en la esquina de la calle Cedaceros. Durante meses, cientos de vallas antidisturbios también estuvieron apiladas en las inmediaciones por si era necesario cercar de urgencia la sede de la Cámara baja. Un despliegue policial que en estos doce meses hizo frente con éxito a varias convocatorias para 'rodear' e incluso 'tomar' el Congreso, sin que los manifestantes pudieran acceder siquiera a la Carrera de San Jerónimo.


ORDEN PÚBLICO

La coordinadora 25S, llamó en varias ocasiones a rodear la Cámara para forzar la dimisión del Gobierno y el inicio de un nuevo proceso constituyente. Protestas que en la mayoría de las ocasiones acabaron con cargas policiales y detenidos por alteración del orden público.

La última vez que el Congreso se vio 'rodeado' de manifestantes fue el pasado 25 de abril, cuando la plataforma 'En Pie', convocó una protesta para asediar la Cámara de forma indefinida. Aquel día, cerca de dos mil personas se concentraron en sus inmediaciones, en una jornada que acabó con quince detenidos y enfrentamientos en la Gran Vía, la plaza de Atocha y Cibeles, protagonizados por pequeños grupos de manifestantes violentos.

A pesar de este dispositivo de seguridad que dura ya un año, el Congreso sufrió el pasado 9 de mayo el 'asalto' no violento de un grupo de activistas de Greenpeace que aprovechando los andamios que todavía cubren hoy el Congreso en obras, ocho activistas consiguieron saltar la valla de seguridad y escalar hasta el frontispicio del Palacio, donde intentaron colocar una pancarta.

Te puede interesar