SANIDAD

La Consulta del Viajero atiende a un millar de personas al año

Turistas, voluntarios de oenegés e inmigrantes que retornan a su país, colectivos más frecuentes

 El servicio de Medicina Preventiva del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense atiende al año entre 800 y 1.000 personas en su Consulta del Viajero, ubicada en el segundo sótano del hospital Santa María Nai, donde se ofrece asesoramiento antes de emprender un viaje a zonas de riesgo. 
Junio y julio son los meses en los que esta consulta registra más demanda. A principios de año, se contabilizaron unas 60 consultas frente a las 150 de junio. En cuanto al perfil del usuario, además del turista, los colectivos más frecuentes son trabajadores, colaboradores de oenegés y personas que retornan a su país de origen después de una estancia en España.

Berta Uriel, jefa del servicio de Medicina Preventiva, afirma que las vacunas que administran por viajes con más frecuencia son contra la hepatitis A, fiebre tifoidea y amarilla. "Esta última es de las pocas que tienen una exigencia legal en algunos países para entrar,  fundamentalmente los localizados en África y Sudamérica". En este sentido, el CHUO expira esta documentación, después de un concierto del Sergas con Sanidad Exterior firmado en 2007. "Antes de este convenio, la gente de Ourense tenía que ir a Vigo o A Coruña, se les daba a elegir, para poder certificar la vacuna de la fiebre amarilla", recuerda.

La doctora Uriel destaca la importante de portar a la consulta la cartilla de vacunación y el itinerario del viaje. "Hay zonas fronterizas que tienen riesgos adicionales del país vecinos, como es el caso de República Dominicana en la frontera con Haití". Además del suministro de vacunas, el servicio ofrece una serie de consejos sanitarios. "Son unas recomendaciones adaptadas al perfil personal de cada persona que viaja. Hay ahora mucha gente que toma medicación que puede afectar al sistema inmune", concluye Uriel.

"Me vacuné yo y mi hijo, Izán, que al nacer prematuro coge de todo"

Luis Álvarez es uno de los usuarios atendidos en la Consulta del Viajero del CHUO. Este ourensano, que trabaja en misiones humanitaria, ha contraído malaria en varias ocasiones. La última fue en Camerún. "No hay vacunas, aunque sí se pueden adoptar medidas preventivas para evitar la picadura de mosquitos ", afirma. También padeció hepatitis E, a raíz de la contaminación de alimentos, en una de sus misiones en la República Centroafricana. Su recomendación es mantener una disciplina estricta antes de viajar. "Es necesario seguir siempre unas pautas básicas, como repelentes o ropa adecuada. Todos estos detalles cuenta", puntualiza.
Lucy Romero, de 44 años, acaba de vacunarse antes de viajar a su país de origen, República Dominicana. Le han suministrados la vacuna de tétanos y otra contra la fiebre tifoidea. "Me vacuné yo y mi hijo, Izán, que al nacer prematuro, coge de todo", afirma. En este sentido, destaca la falta de medidas higiénicas en su país. "Allí la gente come en la calle y hay muchas enfermedades que se transmiten por la picadura de un mosquito", afirma esta mujer, que lleva más de 30 años en Ourense. 

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