PROVINCIA

“Consumir hoy carne de matanza sin analizar sería muy temerario"

El presidente del Colegio de Veterinarios pide especial atención tras aparecer un jabalí con afectado de triquina 

"En estos momentos sería especialmente temerario consumir carne de matanza que no haya pasado el correspondiente control de la triquinosis". Así de tajante se expresa el presidente del Colegio de Veterinarios de Ourense, Juan José Gómez Fernández, al comentar el gran número de matanzas domiciliarias que se producirán a lo largo de este fin de semana que coincide con el Puente de la Constitución.

Indica Gómez Fernández que los veterinarios del medio rural están a disposición de todos los vecinos que necesiten realizar la prueba de la triquina, para lo que deben aportar una muestra procedente de las carrilleras, de la zona intercostal o de la lengua, que es donde mejor se detecta la triquina. La aparición en octubre de un jabalí con triquina en O Barco de Valdeorras ha desatado las alertas ya que, según el presidente del Colegio de Veterinarios, "de los jabalíes la triquinosis puede pasar al cerdo y no sería raro que acabara pasando", de ahí la necesidad de sensibilizar para que no se consuma carne que no haya sido previamente analizada".

Juan José Gómez reconoce que la tradición de la matanza del cerdo se mantiene en el rural, "ya que son zonas frías y se puede conservar la carne". Es una tradición que pervive gracias a la gente mayor. "Es una de las escasas ocasiones del año en las que se reúne toda la familia y en la que todos participan, ya que es una actividad amplia y compleja en la que se necesita la colaboración de todos", comenta.

La matanza sólo se diferencia de la de hace 50 años "en la forma de matar al cerdo. Antes se sacrificada con el cuchillo, pero ahora la gente está ya muy sensibilizada y está generalizado el uso de la pistola con bala cautiva, que aturde al animal antes de proceder al sangrado", indica el presidente del colegio veterinario, para quien "es normal en la sociedad actual velar por el bienestar animal, evitándole un daño y un sufrimiento innecesario".

Los cerdos que se sacrifican son por lo general cebados en las casas de los pueblos. "Su origen suele estar en explotaciones comerciales, donde son adquiridos de pequeños y luego se procede a cebarlos en casa". El presidente del Colegio estima que el 70% de los cerdos que se sacrifican en Ourense fueron criados de esta forma.

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