Crisis del coronavirus

La contratación temporal será otra víctima del coronavirus

Las actividades del sector terciario, sobre todo el turismo, es una fuente de contratación estacional.
photo_camera Las actividades del sector terciario, sobre todo el turismo, es una fuente de contratación estacional.
La crisis corta la buena racha del empleo, con picos todos los años entre la primavera y el otoño

Desde el punto de vista socioeconómico la crisis del coronavirus no ha podido ser más inoportuna. No solo condena a suspensiones temporales de empleo a la mayoría de las actividades, sino que corta el ciclo positivo de la contratación temporal, que solía llegar en marzo. La paradoja es que la fórmula de la eventualidad ha sido duramente criticada por trabajadores y sindicatos, pero en este 2020 sería una bendición poder mantener los accesos laborales que se produjeron incluso en los años más duros de la crisis. Este año no toca. La situación es inédita y de consecuencias incalculables a día de hoy, pero necesariamente duras en términos laborales.

LA ÉPOCA

La crisis que se inició en el año 2008 cortó de raíz el ciclo expansivo de la economía. La pendiente del paro situó su peor gráfica en el año 2013, con un paro registrado de 30.000 personas en Ourense. Pero la contratación se mantenía —aunque débil— a partir de la primavera. La Semana Santa anticipaba un ciclo positivo de crecimiento en el número de contratos hasta el otoño. En marzo del 2013, por lo tanto en la fase más cruenta de la crisis, se hicieron en Ourense 3.295 contratos y en el mismo mes del año pasado, 6.049. Es decir, casi el doble. Es la diferencia entre la crisis y la recuperación. Este año, con el estallido de la crisis del coronavirus, marzo está siendo el de la recesión de los contratos y la aplicación de los ERTE.

 

LA EXPANSIÓN

La Semana Santa es siempre el pistoletazo de salida y el mes de abril el primero en el que se ve el acelerón laboral. Aún en el escenario de recesión, en abril del 2013, se hicieron en la provincia 3.795 contratos, que ya en el año pasado subieron a 6.209. Abril de este año se caracterizará por el de la vigencia de las suspensiones de actividad en la mayoría de los sectores.

 

EL MEJOR MES

Según los datos del Ministerio de Trabajo, el mes de julio es el de mayor movimiento en la contratación, también en Ourense. El año pasado durante ese mes se rubricaron 9.576 accesos al mercado laboral y en el peor ejercicio de la crisis fueron 6.382.

 

LOS SERVICIOS

Las actividades que impulsan la contratación son, sobre todo, aquellas vinculadas al sector servicios. Sin embargo, este año no se podrá dar ese empujón, al menos en la actualidad porque el comercio y gran parte de la hostelería está cerrada cumpliendo el decreto del estado de alarma. De los 9.576 contratos hechos en julio del pasado año, 2.783 fueron para la hostelería, es decir, el 29% de la totalidad. Las actividades comerciales suelen ocupar un lugar preferente, con un millar de contrataciones en julio del año pasado. En la medida en la que se levante la alerta sanitaria podría salvarse al menos una parte de la contratación.

 

LOS OTROS SECTORES

La industria es el segundo sector que más contrata en Ourense después del sector servicios. Sin embargo, el empleo estacional de esta actividad está abocado a la parálisis este año porque en tan solo una semana se anunciaron ERTE para más de 2.000 personas en la provincia, gran parte en la industria. 

El sector de la alimentación es el que mejor puede sortear el bache
El impacto del coronavirus en las actividades económicas es ineludible, pero hay algunos sectores que pueden sortear las dificultades con mayor solvencia. Entre ellos está el de la alimentación, tanto en venta como en distribución de productos. 
Pero, está claro que puede haber contención, difícilmente expansión. Es decir, si persiste el confinamiento y la crisis se muestra con graves secuelas laborales, el consumo quedará reducido a bienes o servicios básicos, con muy poco margen a las alegrías en las compras.
Se está comenzando a ver esta realidad con el paso de los días. Tras el decreto de alarma las empresas del sector alimentario tuvieron una gran demanda como consecuencia de la psicosis de desabastecimiento en los diferentes establecimientos, pero ese efecto se ha minorado. La compra básica sigue siendo una necesidad pero la actividad tiende a normalizarse poco a poco.
AGRICULTURA
Desde el punto de vista laboral, el sector primario en la provincia nunca se ha caracterizado por su capacidad ya que la mayor parte de las explotaciones son pequeñas tanto en agricultura como en ganadería, con poca capacidad de generar empleo. Desde ese punto de vista este tipo de actividades no se va a ver excesivamente alteradas, a lo sumo durante algunos meses del año, coincidiendo con la recogida de las cosechas. El mejor mes para el sector primario es el de septiembre, coincidiendo con la contratación para la vendimia. El año pasado se hicieron en el citado mes se hicieron 978 contratos, lo que mejora los escasos 300 que se hacían en los años más duros de la crisis económica. n
 

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