n n n Gracias al nuevo formato de la Copa del Rey a partido único, estamos disfrutando de unos partidos de fútbol vibrantes, en los que el resultado no está cantado de antemano, a pesar de las distancias que, sobre el papel, existen entre unos equipos y otros.
De hecho, en la presente edición se han clasificado para semifinales dos conjuntos que no entraban para nada en las quinielas, el Mirandés, de Segunda División, y el Granada, junto a La Real Sociedad y el Athletic de Bilbao.
Es una muy buena noticia, tanto para el propio espectáculo como para los aficionados, que haya vuelto al fútbol de verdad, y que hayamos podido ver unos encuentros en los que los favoritos se han quedado fuera de la competición y que vayamos a asistir a unas semifinales y a una final con un gran atractivo en las que, por primera vez desde hace muchos años, no va a jugar algún “grande”.
El fútbol de contención, de control del juego en el centro del campo, tan habitual en los últimos tiempos, ha dado paso, gracias a la presente Copa del Rey, a un fútbol ofensivo, brillante y muy emocionante, que ha permitido clasificarse para las rondas finales a equipos aparentemente menores que se han hecho muy grandes.
