VIVIR MEJOR

Corazón - mente

Si el corazón-mente está ajustado, la totalidad de la persona también lo estaría, hablando entonces de una mente serena

Nuestra mente no cesa de pensar. Si no tiene problemas que resolver los busca, todo menos no hacer uso continuado de ella… Que duda cabe que este exceso de ejercicio de nuestro hemisferio cerebral izquierdo, contribuye a un mayor desgaste energético de nuestra totalidad somato-psíquica, emocional y espiritual que somos. Pero somos así y creemos que no se puede ser de otra manera, por lo que tampoco la buscamos. Es decir, que no sabemos vivir sin preocupaciones. Paradógicamente, tampoco estamos satisfechos teniéndolas o al menos solo lo estamos, fugazmente, cuando obtenemos lo que buscábamos. Este continuo desgaste energético, pues las células neuronales consumen diez veces mas oxígeno que las demás, no lo queremos tener en cuenta, movidos por nuestras emociones normalmente incontroladas, que continuamente nos seducen, por cosas que suelen ser externas a nosotros mismos y que además nos van a contentar, solo hasta que aparezca otra cosa que estimamos mejor… y así pasamos la vida ajenos a nuestra propia existencialidad y la verdadera razón de ser, que es la única que nos puede satisfacer para siempre  

Mientras que en Occidente se tiende a pensar que nuestra mente radica en el cerebro, o al menos se manifiesta a través de él, en la medicina tradicional china el cerebro se considera la parte de la mente menos importante, sería como para nosotros un simple ordenador, transmisor de órdenes pero nada más, en cambio es en el “corazón” en donde se considera que está el núcleo de la mente. Naturalmente pocos son los pensamientos que pueden invadir nuestra mente, que no tengan una carga energético- emocional, por pequeña que sea, pues es esta precisamente la que los motiva, por eso los chinos más que referirse al cerebro lo hacen al corazón-mente, como una unidad funcional en el contexto energético de la persona. Cuando este corazón-mente estuviera plenamente ajustado, la totalidad de la persona también lo estaría, entonces hablaríamos de una mente serena o mente de sabiduría, cuando por el contrario hablamos de una mente normal, se considera que es la de la persona a que nos referíamos en el párrafo anterior

La alquimia interna china surgió hace más de cinco mil años con el llamado emperador amarillo, y tenía por objeto precisamente encontrar la fórmula para aquietar la mente normal, y con la práctica de sus ejercicios diarios, llegar a alcanzar la mencionada mente serena y de sabiduría. Esta sabiduría nada tiene que ver con el saber de una determinada cultura, que es producto de la reflexión y que implica exclusivamente al hemisferio izquierdo de nuestro cerebro, sino que surge de un estado mental tan relajado y equilibrado que la mente está vacía de intencionalidad, y el conocimiento de las cosas que necesita le resulta intuitivo, sin necesidad de reflexión alguna, y el hemisferio derecho es el implicado en este proceso, no en vano también se le llama el hemisferio místico.

Hoy día aún existe, aunque en círculos muy reducidos, por falta de información y practicantes de esta milenaria alquimia, la práctica de la misma, siendo más conocida por prácticas derivadas de ella como el chi-kung o el tai-chi, que son meras aproximaciones a la misma, pero por mucho que se practiquen, es muy difícil que se logre alcanzar con ellas la profundidad que tiene la meditación inherente a la práctica de la alquimia. Esta clase de meditación taoísta salvo algunas cuestiones de forma,es muy similar a la meditación Zen llamada Zazen. Todas estas cuestiones de forma, no son otra cosa más que medios hábiles de la alquimia, para allanar el camino hacia la meditación profunda partiendo de las propias raíces somáticas del iniciado, lo que trae consigo necesariamente una mayor salud y longevidad.

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