Coronavirus y afrontamiento de la situación de confinamiento en familias con personas con autismo

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Las personas con trastorno del espectro autista se caracterizan, entre otras particularidades, por un grado variable de rigidez estructural e inflexibilidad del comportamiento, con preferencia hacia una agenda de vida y de conducta clara y altamente predecible, de forma que cualquier alteración en el desarrollo de la estructura de la vida cotidiana, que no ha sido previamente anticipada, puede ocasionar alteraciones en su desarrollo personal, entre las que, cabe citar, el incremento severo de los niveles de ansiedad, retroceder gravemente en las conductas sociales adquiridas previamente y, en las situaciones más graves, la persistencia de comportamientos estereotípicos, que pueden estar acompañados de conductas auto-lesivas y/o agresivas.

En efecto, una situación de confinamiento, como la actual, consecuencia del estado de alarma, derivado de la infección del COVID-19, puede producir un aumento de la inestabilidad emocional en cualquier persona, pero, debido a las carencias en el procesamiento e integración perceptiva- cognitiva de la comprensividad de dicha situación, así como los déficits específicos para generar estrategias autónomas de afrontamiento ante la nueva situación, puede resultar un verdadero trauma en este colectivo tan vulnerable. Y, estas consecuencias no solo se limitan a las personas con TEA, sino que, el conjunto de las relaciones existentes en el ámbito familiar, se ven ampliamente afectadas, lo cual genera un círculo de efectos y reacciones, que requiere tener en cuenta, entre otras, las siguientes orientaciones generales de ayuda:

Comprensión de la situación. Facilitar la comprensión de la nueva situación, su significado y los contenidos básicos relacionados con infección del coronavirus, sus consecuencias y modos de afrontamiento (aseo personal, evitación de contactos, uso de protectores, …) mediante una estructura de cuentos o viñetas acompañadas de imágenes visuales o vídeos de role- playing existentes, adaptados a las necesidades, capacidades y competencias de cada persona. Asegurar que ha comprendido el significado propuesto e insistir en la explicación más adelante para asegurar debidamente su comprensión (pueden servir de guía los siguientes enlaces):

https://www.europapress.es/epsocial/responsables/noticia-vinetas-historias-anecdotas-cotidianas-sensibilizar-autismo-20170330174855.html

https://drive.google.com/file/d/1MC1HuPq3KHywm4z7rKDgB-rcjYnzUOdE/view

https://drive.google.com/file/d/10xY03EV8mvK78m09NR5Pm2qB1uJ0xDgq/view

https://drive.google.com/file/d/10xY03EV8mvK78m09NR5Pm2qB1uJ0xDgq/view


Establecer un proceso estructurado o agenda diaria de rutinas


Este proceso rutinario de nuevas actividades debe ser consensuado y acordado, si es posible, con la persona con TEA, basado en las rutinas que ya tiene adquiridas, que, a modo de ejemplo, puede incluir:

  • Mañana: - Despertar: desayuno, aseo, cepillarse los dientes, vestirse; - Tarea escolar: aula virtual- videoconferencia con docentes y/o compañeros/as, otras actividades escolares (para lo cual, con anterioridad puede dejar preparada la mochila); - Descanso: psicomotricidad fina/ gruesa libre, caminata corta en la calle o al aire libre (lo cual es posible según la Instrucción 19 de marzo de 2020: https://www.boe.es/boe/dias/2020/03/18/pdfs/BOE-A-2020-3828.pdf); - Comida: actividad de aseo, preparar con su ayuda, si procede, la comida, comer (si se echan en falta determinados alimentos a los cuales está acostumbrado, realizar la tarea de hacer un inventario de alimentos favoritos para llevar a cabo).
  • Tarde: - Redes sociales, hablar con amigos/as mediante chats, a través de móvil, ordenador…; - Descanso: psicomotricidad fina/ gruesa libre, caminar fuera; - Tiempo libre sin pantallas: lectura, escritura, dibujo expresivo, manualidades, juegos sin el uso de pantallas; - Tiempo libre con pantallas (ordenador, tablet, móvil, televisión): videojuegos, programas específicos…
  • Noche: - Cena: actividad de aseo, preparar la cena con su ayuda, si procede, cenar; - Juego libre interactivo: basado en la comunicación entre diferentes miembros de la familia; - Preparación de la acción de la rutina nocturna: -actividad de aseo; preparación para acostarse (no utilizar juegos de pantalla durante al menos 1 hora antes de acostarse).

Todas estas u otras actividades deben estar acompañadas de un horario altamente visual, claro y debidamente anticipado, complementado con dibujos realizados por el propio niño/a, o bien, con imágenes representativas de cada actividad, el cual ha de situarse en las diferentes zonas, donde se llevará a cabo cada actividad, que, si es posible, debe corresponderse con diferentes espacios de la vivienda para cada una de ellas, evitando realizar todas ellas en el mismo espacio físico: actividades escolares, actividades de tiempo libre, alimentación, sueño… La reiteración y persistencia con paciencia en el horario preestablecido y su cumplimiento, mediante estrategias llamativas a cada situación y el uso de refuerzos inmediatos hacia la realización de la actividad, se convertirán, a medio plazo, en el mejor aliado para afrontar la nueva situación.

Pero, además, los miembros de la familia deben auto-programar descansos propios, pues el cuidado y atención a lo largo de las 24 horas, sin el apoyo de la escuela y otros servicios específicos, puede ocasionar un incremento de los niveles de ansiedad en sus integrantes, que, a su vez, redundan negativamente en las personas con TEA. Estos descansos pueden llevarse a cabo durante las actividades que los niños/as puedan hacer solos, establecer un horario de apoyo entre los diferentes miembros de la familia o, si es posible, a través de la ayuda de cuidadores/as ocupacionales específicos al efecto.


Consideraciones esenciales a tener en cuenta:


  • Decepción personal sobre la agenda planificada: si la persona con TEA se siente decepcionada con la estructura diaria previamente planificada, se aconseja acordar con ella los posibles cambios para incorporar sobre la secuencia horaria, con el fin de hacerla partícipe de una agenda estructural aceptada.
  • Hipersensorialidad: los períodos que implican largas instancias en casa, pueden producir un aumento de aspectos sensitivos, tales como ruidos, olores…, que pueden generar reacciones adversas, por lo que, podría ser necesario utilizar protectores auditivos u otros sistemas alternativos de acuerdo con la sensorialidad específica.
  • Límites al uso de actividades digitales (ordenador, tablet, móvil): en efecto, los componentes interactivos digitales son una necesidad actual, pero el uso de aplicaciones indebidas y poco contrastadas más que ayudar, pueden aumentar el malestar emocional, por lo que es necesario cuidar las herramientas básicas de control parental sobre los medios digitales aplicados:

https://edu.gcfglobal.org/es/seguridad-en-internet/control-parental-en-windows/1/

Evolución del proceso: es fundamental que la familia disponga de una información gradual y completa acerca de la evolución de la situación, pero esta información de acceso debe ser veraz y bien contrastada, evitando centrar el proceso informativo en los medios televisivos o redes sociales, que más que informar, en ocasiones, promueven el miedo y el pánico ante una situación tan altamente específica, por lo que es fundamental, comprobar la información que el niño/a con TEA va adquiriendo como consecuencia de la evolución de la información y corregir cualquier percepción distorsionada.

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