EN LA CIUDAD

Crece el malestar entre usuarios y vecinos del Parque de San Lázaro

Piden respuesta municipal ante los continuos conflictos con la pandilla que ocupa los bancos

Usuarios y vecinos del Parque de San Lázaro reclaman más medidas municipales ante los continuos altercados entre miembros del grupo de personas con problemas de alcohol y drogas que diariamente se colocan en los bancos cercanos a la parada de autobús. En la última semana la Policía Nacional recibió continuas llamadas a causa de altercados, tanto por peleas y gritos entre ellos como por orinar en la zona infantil o molestar a los viandantes. Los ciudadanos reclaman una medida definitiva para evitar la situación, enquistada desde hace meses en el céntrico espacio público. 

"No sé qué solución tiene esto, pero molestan a los que venimos aquí, llegan ya por la mañana y se pasan ahí todo el día", explica un usuario habitual del recinto. "Antes era una zona muy tranquila, pero ahora...", añade. La pandilla, formada por una decena de personas, ocupa los bancos cercanos a una de las áreas infantiles, desde donde se escuchan las continuas discusiones. La cercanía al espacio de juegos preocupa a los adultos, que aseguran que no es un ambiente apropiado para los más pequeños. "Yo vengo aquí con mis dos nietos y no me gusta verlos, entiendo que tienen un problema, pero los niños no tienen que ver esto", opina Sara Forneiro. 

"Cuando se pelean se llegan a tirar botellas, pueden golpear a cualquiera fácilmente", señala Sara Forneiro

Aunque normalmente los altercados se producen en la zona de bancos, a veces el grupo se mueve hacia otras partes del parque. El pasado mes de enero, una patrulla de la Policía Local detuvo a dos personas del grupo después de molestar a varios niños, intentar agredir a los agentes y mostrarles el pene. "A mí nunca me han dicho nada, pero sí es cierto que entre ellos discuten a menudo y la gente no quiere pasar cerca de donde están", apunta una vecina de la calle Progreso. La cercanía con la parada del autobús también levanta preocupación, ya que el pasado mes de junio, una mujer resultó herida después de que una lata de cerveza le cayese encima. "Cuando se pelean se llegan a tirar botellas, pueden golpear a cualquiera fácilmente", explica Sara Forneiro. "No se puede hablar con ellos, no están bien, pero creo que si tuviesen un sitio para estar, adaptado, no estarían aquí", añade. 

El conflicto de San Lázaro se trató en la última junta local de seguridad, en la que se puso sobre la mesa la necesidad de aumentar la vigilancia. Así, la Policía Nacional está llevando a cabo medidas disuasorias para evitar que el grupo se asiente en el parque, aunque solo pueden actuar cuando se produce algún altercado, según explican fuentes municipales. 

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