SOCIEDAD

Cruz Roja necesita familias de acogida en Ourense para bebés y hermanos

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photo_camera Silvia López, Xabi Blanco, y Mónica Devesa forman parte del equipo de Cruz Roja que gestiona el programa de Familias de Acogida de la Xunta en Ourense.

Desde la entidad alertan del aumento de la demanda, que se ha incrementado en los últimos años

Desde Cruz Roja alertan del incremento de bebés y hermanos que necesitan familia de acogida en la provincia. La entidad gestiona el programa de Acogimiento Familiar de la Xunta desde 1996, a través del que reciben las demandas de menores de entre 0 y 17 años que, de forma temporal, no pueden vivir con su familia de origen. El banco de familias oscila entre cuarenta y cinco y cincuenta y cinco, por lo que animan a los ourensanos a sumarse al proyecto, para cubrir las demandas existentes. 

Así, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Familia, el pasado miércoles, la entidad recuerda la necesidad de acoger a bebés de entre 0 y 3 años, grupos de hermanos y adolescentes. "Siempre tenemos déficit, porque las propuestas nos vienen desde el Servicio de Menores, y no sabemos qué nos van a derivar. Cuántas más personas tengamos en el banco, más posibilidades de dar salida a las necesidades", explica Sonia López, psicóloga del Programa de Acogimiento de Cruz Roja. Para convertirse en acogedores no existe un perfil definido (hay parejas sin hijos, con hijos, personas solteras, divorciadas...), aunque sí ciertos requisitos: "Tienes que presentar estabilidad en todos los sentidos, no tener finalidad adoptiva, aceptar el contacto entre el menor y sus padres -la Xunta obliga a que se produzcan visitas con su familia de origen- y que te apetezca hacerlo, claro". De los 35 menores que en estos momentos están en régimen de acogimiento en Ourense, 18 de ellos tienen entre 0 y 5 años, y ocho, entre 6 y 11. "Los más pequeños son el grueso de las demandas", aseguran desde la entidad. Según la modalidad, los tiempos de acogida varían: el régimen temporal dura como máximo 2 años, mientras que el permanente dura, como mínimo, 2 años. 

Desde la entidad tienen muy claro los beneficios de este programa, tanto para los pequeños, que encuentran un hogar estable en el que crecer, como para las familias, que reciben lo mismo que aportan. "Creo que es un programa muy generoso que invierte en lo más valioso que tenemos, los niños, son nuestro futuro", asegura López. "Además, es maravilloso ver como van evolucionando", añade.

"Con cuatro años, él tenía la necesidad de que sus padres lo recogiesen en el cole"

Desde 1996, muchas han sido los menores que han pasado por el programa de acogimiento gestionado por Cruz Roja. Mónica Devesa, trabajadora social de la entidad, recuerda algunas de esas historias: "En una ocasión, un niño nos pedía que le encontrásemos unos papás que lo fuesen a buscar al colegio. Con sus cuatro años, tenía esa necesidad". Tiempo después, fue derivado a una familia: "El primer día de colegio saltó a los brazos del padre de acogida, estaba tan contento de ser como los demás...". 

Desde la entidad también recuerdan que el proceso de acogida no es sencillo: "Problemas de comportamiento va a haber, contestaciones un adolescente te las va a dar, pero son cosas que se van gestionando en el día a día, y para eso estamos nosotros, para guiar y dar apoyo y soporte". Mónica Devesa comenta que lo más difícil es el acoplamiento, "simplemente porque estás incorporando a una nueva persona en casa".

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