“Cuando voy en ese tren, mi hermana ya pone una vela"

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photo_camera Esperando el autobús, en la penumbra, en la estación de Ourense.
Los viajeros de los regionales dicen basta. La aventura vivida el domingo es la gota que colma el vaso de un trayecto que cada vez que realizan se convierte en una caja de sorpresas: "¡Estuvimos cuatro horas parados sin información!".

Cada vez que voy a Santiago, mi hermana ya dice 'voy a poner una vela a San Antonio", dice la barquense Carmen Prada.  El domingo por la noche, los usuarios de los trenes que van a Valdeorras vivieron la enésima incidencia. En medio de la vía, parados. A un lado un precipicio de considerables dimensiones, al otro la ladera de la montaña. Únicamente dos guardia civiles los custodiaban,  salieron como pudieron del vagón a oscuras, "mi hija iba iluminando con el móvil", apunta Carmen Prada, una barquense que volvía de Santiago. Tras casi tres horas en el vagón y sin información ni calefacción, juntos, en fila india, casi como hormigas, vagaron por la penumbra, siguiendo la vía y arrimados al talud de la montaña: "Me preocupaba la mamá con su niña, las personas mayores....".


 Con el miedo en el cuerpo, "tirados" en San Clodio estaban también que iban en dirección Ourense, con la vía bloqueada. "Nos explicaron la situación y nos pararon. Nos hicieron bajar del tren y nos metieron en un bus. Dijeron que nuestro tren lo usarían los pasajeros del tren averiado. Pensamos que a nosotros nos llevarían en bus a destino, era lo lógico, pero no. La conductora dijo que nos dejaron montar en el bus solo para estar al calentito", explica Isaac Cruz.  
Cuando llegaron Carmen y los otros pasajero a San Clodio  " nos mandaron esperar hasta que llegó un Alvia de Barcelona y nos trasladaron a él, dice Cruz. Allí estuvieron esperando hasta medianoche, que los técnicos arreglaron el tren averiado. "Había una embarazada que se encontraba mal, una chica que tenía ansiedad... Dos chicas se volvieron a O Barco y A Rúa.¡Estuvimos cuatro horas parados sin información!". 


Ya en Ourense, poco después de la 1 de la madrugada, no estaba el autobús que les habían prometido y los revisores se habían marchado. "Solo estaba un vigilante de seguridad y empleado", el autobús tardó media hora...", añade. 

esgraciadamente, ya están acostumbrados. "Hace mucho se quedó colgado otro tren en Rubiá, otra vez en Vilamarín... Esa tuvo tela, porque a los del tren les dijeron saliesen bajo su propia responsabildiad, para montarse en el bus", dice Cruz.

armen tiene "miles de historias" desde  O Barco a A Coruña, Santiago y Vigo, y "nunca viví lo de ahora", subraya. "Y ni siquiera tenemos un autobús para ir a Santiago, nos obligan a ir a Ponferrada, y después se quejarán de por qué no vamos más a Ourense", ironiza. "Hace poco nos pasó algo parecido, les da igual. Nos pasó esto en Monforte y llegamos a las once de la noche a O Barco. Nos están diciendo que no hay que contaminar y alta velocidad y tenemos esto así y nadie nos dice nada.  ¿Cómo nadie levanta la voz?", concluye Prada. 

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