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"Deberiamos recordar máis os bos momentos"

Sonia Vázquez.
photo_camera Sonia Vázquez.
"Marcho porque teño que marchar, non hai outra". Pocas veces una esquela es capaz de sacar una sonrisa amable al lector y demostrar que incluso en el dolor también hay hueco para lo positivo.

Pocas veces una esquela es capaz de sacarle al lector una sonrisa amable. "Marcho porque teño que marchar, non hai outra", rezaba la esquela de la fallecida Sonia Rodríguez (publicada en La Región el pasado 25 de septiembre). Un detalle "retranqueiro" que demuestra que es posible otra relación con la muerte, pese al dolor. 

"Decidimos poñer esa frase como homenaxe a súa personalidade, ela sempre foi moi positiva, moi alegre, sempre cun sorriso na cara", explica su marido, Pedro Barreiros, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en la provincia ourensana. Barreiros y su familia quisieron sacarle la cara más amable al dolor: "A cultura que hai con todo isto é demasiado triste, e nós somos máis de celebrar que de chorar, aínda que, evidentemente, hai dor". A Rodríguez la recuerdan los que la conocieron por su alegría, y por ello los familiares quisieron hacer un guiño a su forma de ser: "Era moi retranqueira, moi divertida". 


Buenos momentos


Pedro Barreiros asegura que el "marcho porque teño que marchar" es un mensaje que recuerda la necesidad de recordar los buenos momentos: "Non deberíamos ser tan fúnebres con este tipo de cousas, é moi importante recordar as cousas boas que pasaron e que vivimos". La frase podría haberla dicho la propia Rodríguez: "Reflexa a súa personalidade, ela era así".

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