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El detenido por la muerte de un motero solía conducir sin carné

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photo_camera El accidente mortal que tuvo lugar en la N-525.
Fue juzgado este martes porque fue denunciado tres días antes del accidente ya que está privado hasta 2020

Carlos Pérez Pérez, de 35 años, estuvo ayer martes en el edificio judicial de O Couto apenas unos minutos pero no por el accidente mortal con fuga en el que supuestamente se vio implicado el pasado sábado -se entregó el lunes por la tarde en la sede de la Policía Local de A Ponte-.

Compareció a media mañana en la sala de vistas de Instrucción 1 en un juicio rápido para responder de una denuncia por un delito contra la seguridad vial ocurrido tres días antes del siniestro en el que falleció un motorista luso de 37 años quien, tras pasar unos días de vacaciones en Galicia con su padre, regresaba a su país.

A Pérez le dio el alto la Guardia Civil a las 0.30 horas del pasado día 4 cuando conducía por la N-120 a su paso por Ourense, en el barrio de O Pino, en el marco de un control de alcoholemia y drogas. Dio positivo en alcohol y a partir de ahí los agentes tiraron de la manta, comprobando que no podía ir al volante ya que una sentencia del 28 de mayo de 2018 le impuso dos años de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, es decir, estaba privado del carné hasta finales de mayo de 2020.

El juicio de este martes fue muy breve porque el inculpado reconoció los hechos, lo que le valió una rebaja en la petición inicial de condena por parte de la representante de la fiscalía. Instrucción 1 lo condenó a 22 días de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito contra la seguridad del tráfico.

Tras comparecer en la sala de vistas fue conducido de nuevo a los calabozos de la Comisaría de As Lagoas en donde se instruyen las diligencias por un supuesto homicidio imprudente, delito de abandono del lugar del accidente y contra la seguridad vial (no podía conducir). Está previsto que pase a disposición del juez de guardia a lo largo de la mañana de hoy.

Pérez tiene historial delictivo desde que era menor de edad. Hurto, violencia de género, quebrantamiento de medida cautelar, tráfico de drogas, encubrimiento de asesinato figuran en su ficha. Estuvo en prisión por una condena de siete años por encubrir el asesinato de un narco en 2005, en un turbio asunto en el que había drogas de por medio. 


Pérez asegura que no iba en el Audi que arrolló a la víctima


Carlos Pérez asegura que no circulaba por la N-525 a las 11,15 horas del sábado cuando el Audi de su propiedad arrolló a un motorista en una maniobra de adelantamiento a la altura del kilómetro 238, en las proximidades de Rabo de Galo.

A esa hora, según sostienen fuentes cercanas al investigado, estaba tomando algo en un bar de Santa Cruz de Arrabaldo, a donde se había desplazado en un BMW, del que también es titular, tras una larga noche de viernes. Y, según añaden, hay al menos cuatro testigos que pueden corroborarlo. Estaba previsto que comparecieran antes del pase a disposición judicial para acreditarlo. 

El detenido mantiene que estuvo en ese establecimiento hasta cerca de las doce de la mañana. Y señala con el dedo a otra persona: asegura que prestó el Audi, estacionado en el barrio de O Polvorín, a un amigo colombiano -el supuesto acompañante en el accidente mortal que acudió a declarar a la comisaría a las pocas horas del siniestro mortal- tras una noche de juerga en la que solo condujo el BMW. Según parece, ambos tenían una buena relación tras haber forjado una amistad durante su estancia en prisión.

En el accidente mortal que ocurrió el sábado murió un vecino de Lisboa que iba en moto.Precisamente, el padre de la víctima pudo ver la matrícula del coche que arrolló a su hijo ya que al ver que se daba a la fuga le siguió durante un breve trayecto. En el mono del fallecido aparecieron restos de una huella de los neumáticos del Audi.

El motorista falleció poco después del accidente en el CHUO en donde ingresó muy grave tras un fuerte traumatismo. El padre de la víctima fue acompañado hasta el recinto hospitalario por un joven conductor que llamó a Emergencias tras ver al motorista malherido. 

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