Opinión

Diálogo y mentiras

Últimamente mucha gente por aquí habla de diálogo, pero yo creo que el diálogo está sobrevalorado. Yo he aprendido más escuchando, leyendo, mirando, actividades digámoslo así pasivas que dialogando, algo activo. El diálogo está genial para llevarse bien con otra persona, pero dialogando sea con quien sea, no aprendes muchas cosas nuevas. Aprendes más leyendo tú solito. 

Yo dialogo mucho en el ascensor con mis vecinos y eso me sirve para llevarme más o menos bien con ellos, y también para confirmar que algunos son más imbéciles de lo que pensaba a priori. También dialogo con amigos y conocidos, algo que me sirve para lo mismo, para saber como son. Y hasta dialogo amistosamente con familiares que sé de antemano como son. Pero eso no me sirve de mucho. En cambio leyendo una novela, un libro de historia o viendo una película aprendo un montón de cosas mucho más interesantes. 

Aquí algunos quieren dialogar pero aunque eso parezca inicialmente una buena idea a mí me da la impresión de que lo que ocurre es que no quieren leer. Ni historia, ni nada.

El diálogo está sobrevalorado ya digo, pero lo que no está sobrevalorado es la mentira. Yo y muchos más como yo aun seguimos esperando conocer a los 895 heridos de las cargas policiales en Cataluña según Puigdemont. ¿Dónde demonios están? ¿Por qué el president no ha ido a visitarlos a los hospitales para hacerse la foto?

Pero la mentira es más eficaz que el diálogo. Por ejemplo, a mi la semana pasada me atropelló un coche. Un coche que se saltó un semáforo en rojo. El desgraciado además se dio a la fuga. Me llevaron al hospital herido e inconsciente y después, cuando por fin me desperté al día siguiente quise presentar una denuncia contra el conductor, lógico. Como no sé la matrícula y no hubo testigos (fue por la noche en una calle poco transitada), la cosa se puso complicada. La Policía me dijo que no había muchas posibilidades de localizar al agresor. Lo entiendo. Todos entendemos esas cosas ya que todos vemos “CSI Las Vegas” o “El Mentalista” por la tele.

Por supuesto todo lo dicho en el párrafo anterior es mentira. Me lo acabo de inventar. Si el inexistente tipo que me atropelló me dijera que quiere dialogar yo le contestaría que lo único que quiero yo es verlo en el trullo unos cuantos años, que me ha dejado inválido (sigo con más mentiras como ven). Y cuando salga si aun quiere dialogar me lo pensaré, pero sospecho que ni entonces querré hacerlo: el verde y el rojo de los semáforos son para todos.

NOTA: Esta columna, a pesar del título, como ya han descubierto, no trataba sobre el diálogo o la mentira, sino ¡oootra vez! sobre independentistas. Creo que el poeta favorito de los independentistas es un tal Goebbels pero no me hagan mucho caso, yo no lo he leído y ya saben... soy un mentiroso.

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